La Fiscalía propone confiscar móviles a menores que los usen para causar daño

  • La fiscal jefe de Valencia, Teresa Gisbert, ha afirmado hoy que cuando el teléfono móvil se convierte en medio para cometer un delito debe tener "consecuencias", y ha propuesto confiscar estos teléfonos a los menores de edad que los usen para "causar daño", por ejemplo, grabando a los compañeros.

Valencia, 8 abr.- La fiscal jefe de Valencia, Teresa Gisbert, ha afirmado hoy que cuando el teléfono móvil se convierte en medio para cometer un delito debe tener "consecuencias", y ha propuesto confiscar estos teléfonos a los menores de edad que los usen para "causar daño", por ejemplo, grabando a los compañeros.

Gisbert se ha referido así a una de las medidas planteadas por su departamento para incluir en la Ley del Menor, tras la conferencia que ha ofrecido en las jornadas sobre menores y medios de comunicación tituladas "¿Es necesaria una reforma legislativa?", organizadas por Mujeres Periodistas del Mediterráneo en Les Corts Valencianes.

La fiscal ha defendido que la legislación actual protege "adecuadamente" a los menores pero que, no obstante, en la práctica, no impide que se den injerencias en su derecho al honor, intimidad y propia imagen.

En ese sentido, ha considerado necesario que, si la ley establece que esa intromisión, para que sea ilegítima, la ha de consentir el menor, "ha de estar muy claro" cuándo el menor puede consentir y cuándo deben hacerlo sus padres o tutores.

"La madurez de un menor tiene muchas interpretaciones en el Código Civil, por lo que creo necesario fijar de una vez por todas un criterio que ampare a los menores y aclare a los progenitores cuándo puede consentir el menor, por ejemplo, difundir determinada fotografía suya", ha señalado.

También ha llamado a la ética y deontología profesional de los medios de comunicación cuando se trate de menores y, aunque legalmente estén legitimados para difundir algunas imágenes, no lo hagan, y ha reclamado evitar que se den imágenes de menores y de todos aquellos "datos colaterales" -colegio, barrio, padres- que puedan identificarles.

Ha citado la emisión de un vídeo por parte de cadenas de televisión en el que una escolar daba una paliza a otra, y, después de lamentar la difusión de documentos como este, ha aseverado que ello supone una "doble victimización" de la que recibió los golpes y una "condena social" a la agresora que "tampoco va a ser positivo para su desarrollo personal".

En este marco, ha considerado que, cuando el teléfono móvil se utiliza para cometer un delito, debe tener "consecuencias", y ha propuesto confiscar estos aparatos a los menores que "causen con ellos daño" a otras personas.

Dado que el respeto de los derechos de los menores son "seña de identidad de la convivencia social", y con ánimo de "prevenir más que lamentar cuando ya es tarde", ha abogado por más que una reforma legislativa de protección de los niños, una "verdadera concienciación social" al respecto.

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