La Institución Libre de Enseñanza, una filosofía educativa del siglo XIX que usa pizarras digitales

  • La ILE nació en 1876 con el fin de defender la libertad de cátedra y por negarse a ajustar sus enseñanzas a los dogmas oficiales en materia religiosa, política, científica o moral. Hoy los colegios que siguen esta filosofía educativa se encuentran a la vanguardia en cuanto al uso de tecnologías.


Nos trasladamos a una clase de la Institución Libre de Enseñanza de 1876, niños y niñas (juntos) escuchan atentamente a uno de sus compañeros, en las paredes de la clase no existe simbología religiosa y las lecciones están fuera de todo dogma político. Su equivalente hoy es un aula donde frente a una pizarra digital un grupo de alumnos explican al resto de la clase las conclusiones a las que han llegado tras un trabajo de investigación sobre la célula.

'Lo que nos caracteriza hoy es la aplicación de métodos innovadores, mientras el método tradicional se basa sobre todo en memorizar, nosotros trabajamos mucho más a través del razonamiento', explica Juan de Santiago, director del Colegio Base, una de la escuelas que utilizan esta filosofía educativa. 'Lo que nuestros alumnos aprenden no lo olvidan porque no estudian para aprobar, estudian para aprender'.

El modelo pedagógico surgió para ir en contra de los cánones del momento. Los catedráticos que la conformaron, en 1876, habían sido expulsados de la Universidad, expedientados y encarcelados, por defender la libertad de cátedra. Así, de la mano de personajes como Francisco Giner de los Ríos, Gumersindo de Azcárate, Teodoro Sainz Rueda y Nicolás Salmerón, surgía la Institución Libre de Enseñanza (ILE).

Desde ese momento y hasta la guerra civil de 1936, la ILE se convirtió en el cauce para la introducción en España de las más avanzadas teorías pedagógicas y científicas que se estaban desarrollando fuera de nuestras fronteras, pero en 1940 fue declarada ilegal 'por sus notorias actuaciones contrarias al Nuevo Estado'.

En 1975, la Fundación volvía a ver la luz e iniciaba los trámites para recuperar su legalidad que conseguía en 1977. Así, existen todavía hoy instituciones educativas como el Colegio Estudio, Colegios Liceo Europeo, Base o Estilo, que al amparo de la Fundación Giner de los Ríos continúan impartiendo, con algunas variaciones, el modelo pedagógico de la ILE.

Más alumno y menos profesor

La pedagogía de la Institución Libre se asemeja a la de una escuela socrática, en la que el profesor influye en sus alumnos no por su autoridad, sino por su conocimiento y su sabiduría. Asimismo, se pretende que la relación entre los alumnos y el profesor sea íntima, casi familiar, para así poder influir mejor en su conciencia.

'Dentro del proceso de aprendizaje damos mucha más importancia al alumno dentro de su propio proceso de aprendizaje que al profesor', afirma de Santiago. 'Hacemos que sea el alumno el que, a través de su propio trabajo, cree la materia, con una participación muy activa y una continua búsqueda de información. Por supuesto, el profesor está ahí siempre para corregir aquéllos errores que hayan podido cometer o para ampliar información allá donde se hayan podido quedar cortos'.

En ese sentido, los colegios que actualmente reproducen la filosofía educativa de la Institución son fieles a su origen, ya que surgió una escuela eminentemente práctica, en la que cada alumno tenía un cuaderno (y no un libro académico) con el que trabajaba. Los exámenes memorísticos no existían. Las excursiones a museos, fábricas, al campo... eran frecuentes y podían llegar a durar varios días.

'Nosotros sí trabajamos con le libro de texto pero frente al modelo tradicional el libro es una herramienta más pero no es ni la guía que da la programación ni la única herramienta metodológica o la fundamental' explica de Santiago que subraya además la importancia que dotan a las nuevas tecnologías.

'Somos absolutamente pioneros. Desde hace seis años todas las aulas tienen pizarra digital interactiva y ahora todos los alumnos tienen ordenador portátil. Hemos creado además una plataforma doodle, donde los profesores suben contenidos y actividades y los alumnos también de forma que se utiliza como una forma de trabajo más.'

En la práctica...

Asimismo, uno de los principios de la ILE era despertar el interés de sus alumnos hacia la cultura para que más tarde decidieran ellos mismo su camino. Además, daba especial relevancia a 'crear personas capaces de concebir un ideal, de gobernar con sustantividad su propia vida y de producirla mediante el armonioso consorcio de todas sus facultades'.

'Mi experiencia personal es que sé mucho más de arte, geografía e historia de las religiones que la mayoría de las personas que he conocido' afirma afirma Blanca Vellés, ex alumna del colegio Estilo. 'Sin embargo, lo que más valoro de aquello que me transmitieron es un altísimo sentido de la honradez y la profesionalidad y un concepto del éxito que pasa más por ser feliz y realizarse a través de tu trabajo, tu familia, tus amigos y las cosas bien hechas que por una cuenta corriente llena de ceros'.

Laura Albor
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