La Justicia de Hong Kong niega la residencia permanente a empleadas de hogar

  • Cientos de miles de trabajadoras domésticas han visto hoy como desaparecía su última oportunidad para adquirir la residencia permanente en Hong Kong, después de que el máximo órgano judicial de la antigua colonia británica se haya pronunciado en contra.

Isabel Fueyo

Hong Kong, 25 mar.- Cientos de miles de trabajadoras domésticas han visto hoy como desaparecía su última oportunidad para adquirir la residencia permanente en Hong Kong, después de que el máximo órgano judicial de la antigua colonia británica se haya pronunciado en contra.

El auto del Tribunal de Ultima Instancia de Hong Kong, que acoge favorablemente el recurso presentado por el Gobierno, señala que los trabajadores domésticos extranjeros, que son en su mayoría mujeres, están sometidos a un "régimen de residencia restringida".

"El empleado doméstico extranjero está obligado a regresar a su país de origen al término de su contrato, en el que figura que su entrada a Hong Kong no significa que pueda establecerse ni traer a su familia", se recoge en el escrito.

Con este dictamen, el máximo órgano judicial del enclave cierra la puerta a las 300.000 trabajadoras extranjeras existentes y da la razón al Gobierno de Hong Kong, que advertía de que una decisión a favor podría inundar la ciudad de empleadas domésticas.

El fallo de hoy significa que los trabajadores domésticos seguirán específicamente excluidos de las normas que estipulan que los extranjeros pueden establecerse de manera permanente en Hong Kong una vez transcurridos siete años de residencia.

Según datos del Gobierno de Hong Kong correspondientes a 2010, cerca de 117.000 trabajadores vivían en la ciudad desde hacía al menos siete años.

Con esta sentencia se rompe la andadura judicial iniciada por la filipina Evangeline Banao Vallejos en su lucha por tener derecho a la residencia permanente, después de que un tribunal dictaminara a su favor el 30 de septiembre de 2011.

Vallejos, que vive como empleada doméstica en Hong Kong desde hace más de 25 años, había logrado ese triunfo tras solicitar una revisión judicial una vez que su solicitud para la residencia permanente fue rechazada.

Un mes después de aquella sentencia, el Gobierno de Hong Kong añadió una disposición a la ley fundamental en la que limitaba el derecho de reclamar la residencia a los trabajadores domésticos.

Además, el Ejecutivo presentó un recurso a este fallo en el que alegaba su derecho como autoridad local a determinar quién puede obtener la residencia permanente en el enclave.

Los empleados domésticos extranjeros en Hong Kong reciben un salario mínimo establecido de 500 dólares al mes, con un día semanal de descanso y diez días de vacaciones al año y, en su mayoría, son contratadas por familias de clase media para ocuparse de las tareas domésticas y cuidar de los niños.

Se trata de condiciones que no resultan del todo atractivas para estos trabajadores.

"Con este salario no puedo permitirme vivir en Hong Kong por mi cuenta, el coste de la vida en esta ciudad es muy elevado", explicó a Efe Regina Panagan, una trabajadora filipina que vive en Hong Kong como empleada doméstica desde 1986.

"Siento pena por quienes querían esa residencia pero, en mi caso, ni me lo plantearía, no puedo ponerme al frente de gastos como la vivienda, la comida u otros servicios que ahora corren a cargo de la familia para la que estoy empleada", argumentó Panagan.

Sin embargo, para Roberta Sánchez, una trabajadora filipina que reside en Hong Kong desde hace 13 años, "sí supone en fuerte golpe".

"Iba a poner un negocio con unas amigas en Hong Kong, pero sin la posibilidad de obtener este permiso deberé seguir trabajando para la familia que me tiene contratada, puesto que mi visado depende de ella", se lamentó.

La residencia permanente otorga derechos como el voto, el acceso a solicitar una vivienda pública o el de vivir, trabajar o establecer un negocio en la antigua colonia británica sin necesidad de un visado.

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