La plaza de toros de Burgos se derribará justo después de su 46 cumpleaños

  • Pedro Sedano.

Pedro Sedano.

Burgos, 4 may.- La plaza de toros de Burgos tiene sus días contados y será derribada después de la Feria de San Pedro y San Pablo de este año, que se celebra a primeros de julio, pocos días después de cumplir 46 años.

El alcalde de Burgos, Javier Lacalle, ha adelantado su intención de que las obras de la nueva instalación multifuncional que sustituirá a la plaza puedan iniciarse "cuanto antes", para que la nueva plaza pueda acoger la feria taurina de 2014.

El mal estado de la estructura de la plaza ha obligado a la elaboración de varios informes técnicos que han concluido en la necesidad de un refuerzo de la instalación para poder celebrar la próxima feria, con una inversión de unos 170.000 euros, aunque alargar más la vida del coso obligaría a una inversión de varios millones de euros.

De hecho, el vicealcalde de Burgos, Ángel Ibáñez, ha asegurado que durante la próxima feria se realizarán informes técnicos antes y después de cada festejo y habrá un equipo listo para cualquier actuación de refuerzo que se estime necesaria.

Ha explicado que "los técnicos estiman que el refuerzo será suficiente", por lo que considera que las medidas de vigilancia extraordinarias son sólo "una garantía más".

El coso taurino de Burgos, una instalación de segunda categoría con un aforo de 12.000 localidades, fue inaugurado en 1967.

El festejo inaugural, en plenas fiestas patronales de San Pedro y San Pablo, se celebró diez días después de concluidas las obras con un cartel formado por Jaime Ostos, Manuel Benítez "El Cordobés" y José Manuel Inchausti "Tinín".

A pocos metros de la orilla del río Arlanza, la plaza se levantó con un presupuesto de algo más de 27 millones de pesetas en menos de un año, entre octubre de 1966 y junio de 1967.

La posibilidad de que la instalación tuviera algún problema estructural ya preocupó al Ayuntamiento de Burgos, propietario de la plaza, en el 2000, cuando decidió encargar un informe técnico al Instituto Técnico de Materiales de Construcción.

El entonces director del instituto, José Calavera -actualmente, catedrático emérito de la Universidad Politécnica de Madrid-, ha recordado a Efe que, cuando elaboró el informe hace doce años, la plaza ya presentaba un notable nivel de deterioro, por lo que recomendó al Ayuntamiento su "urgente corrección".

El coso acusaba un estado "muy avanzado de corrosión de armaduras" que afectaba a la estructura de hormigón, según ha rememorado el técnico.

El daño había superado una primera fase; es decir, no era apreciable desde el exterior; había alcanzado la segunda, con fisuras y desconchones visibles; y estaba a punto de entrar en la tercera, en la que la estructura se vuelve inestable.

Aunque ha reconocido que no ha vuelto a realizar ningún estudio sobre el estado de la plaza de toros, ha asegurado que este tipo de daño no se arregla por sí sólo y evoluciona de forma exponencial, porque las taras se multiplican.

Ahora el equipo de gobierno municipal se plantea un proyecto que se definirá en buena parte en el concurso que se deberá convocar para construir la nueva instalación, en el que también se concretará el coste de la obra, del que nadie habla por el momento.

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