Las autoridades de Madeira mantienen que son 42 los muertos pese a los informes de que hay más

  • Funchal (Portugal).- El Gobierno regional de Madeira mantuvo hoy que los muertos por las inundaciones del sábado son 42 aunque según testimonios de dos alcaldes recogidos por varios medios lusos se han encontrado entre seis y nueve cadáveres más.

El mal urbanismo amplificó los efectos del temporal en Madeira según los técnicos
El mal urbanismo amplificó los efectos del temporal en Madeira según los técnicos

Funchal (Portugal).- El Gobierno regional de Madeira mantuvo hoy que los muertos por las inundaciones del sábado son 42 aunque según testimonios de dos alcaldes recogidos por varios medios lusos se han encontrado entre seis y nueve cadáveres más.

Las autoridades redujeron además de 32 a 13 el número de personas desaparecidas al dar cuenta de la situación en la isla durante el primero de los dos contactos diarios con la prensa a los que ha limitado la información oficial sobre la tragedia del fin de semana.

Las explicaciones sobre la situación en Madeira las ofreció de nuevo la secretaria de Turismo y Transportes, Conceição Estudante, que negó cualquier interés de su Gobierno en ocultar las víctimas y resaltó que la normalidad vuelve a la isla y que los cruceros de turistas ya pueden abastecerse de nuevo en el puerto.

En línea con la preocupación expresada por otros responsables del Gobierno del archipiélago luso de que la tragedia del pasado fin de semana afecte al turismo, una de sus principales fuentes de ingresos, Estudante exhortó a trabajar para dejar Madeira como estaba antes de las riadas.

La secretaria no confirmó el hallazgo de seis cadáveres anunciado el lunes por el alcalde de Funchal, Miguel Albuquerque, en declaraciones a la radio y la televisión portuguesas, ni los tres que supuestamente fueron encontrados hoy en la aislada localidad de Calheta, según lo manifestado por su edil, Manuel Baeta, a varios medios.

Estudante aseguró que tampoco han aparecido cuerpos por ahora en los estacionamientos subterráneos, aún no drenados, de los centros comerciales de Funchal, que se anegaron rápidamente con el agua y el lodo de las riadas y en los que el presidente del Gobierno regional, Alberto Joao Jardim, dijo temer que haya víctimas.

Jardim anunció el domingo que no iba a declarar el "estado de calamidad" en el archipiélago, medida que consideró perjudicial para el turismo, y pidió cuidado con la "dramatización" de los hechos ante las imágenes de la tragedia de Madeira recogidas en la prensa y la televisión de muchos países.

El presidente del Gobierno regional ha expresado su prioridad de volver a dejar "todo bonitinho" (bonito) en la isla y celebrar la fiesta madeirense de la flor en abril.

Madeira recibe alrededor de 800.000 visitantes al año y, según fuentes de los operadores turísticos, las reservas ya se resienten por la situación que vive el archipiélago tras las riadas incontenibles que bajaron de los cerros de la isla y arrastraron personas, automóviles y casas enteras.

Los equipos de rescate consiguieron hoy reabrir la comunicación con algunas poblaciones aisladas por deslizamientos de tierras y rotura de puentes pero su labor avanza con lentitud en zonas sepultadas por el lodo, entre ellas un túnel de carretera y varias quebradas de las que emergen restos de automóviles y viviendas.

Miles de personas, entre operarios públicos, bomberos, efectivos de protección civil, voluntarios, policías y soldados llegados del continente trabajan en las labores de limpieza y búsqueda de víctimas.

El Gobierno portugués, que declaró el lunes tres días de luto nacional por la tragedia, envió a Madeira una fragata de la Marina y varios aviones, helicópteros y pertrechos militares para ayudar en las tareas de reconstrucción así como equipos de buceadores para buscar cuerpos en la bahía de Funchal y en las zonas anegadas.

La responsable de Turismo de Madeira aseguró hoy que la energía eléctrica ha sido ya restablecida en toda la isla a excepción de la zona occidental de Meia Légua y algunas áreas de la parte baja de Funchal, en la que se concentraron las riadas que descendían por las laderas en las que se asienta la ciudad.

Dos de los tres cauces principales de agua que bajan por Funchal ya han vuelto a su curso habitual, tras el desbordamiento del fin de semana, y los principales esfuerzos se concentran en retirar las toneladas de piedra, lodo y desechos que dejaron las lluvias por toda la ciudad.

Según Estudante los transportes, el sector hotelero y las actividades turísticas están normalizadas y recordó que sólo ha habido que lamentar la muerte de una ciudadana británica en las riadas.

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