Madrid, 12 abr.- Las nuevas tecnologías hacen posible seguir en directo desde casa, a través de cámaras web, la vida diaria de animales en su medio natural, algo que es ya una costumbre y un entretenimiento para millones de personas.
La más seguida del mundo, con 239 millones de visitas en el último año, es la que ofrece imágenes en directo de la cría y crecimiento de los pollos de una familia de águilas calvas de Iowa (EEUU), ha asegurado a EFEverde Bob Anderson, el director del Raptor Resource Project, un proyecto para conservar las aves rapaces pionero en el uso de 'webcams' en nidos.
Las cámaras web o 'webcams', que emiten imágenes en directo a través de la red, son una potente herramienta de divulgación, conservación e investigación para científicos e instituciones.
En España también existen proyectos similares, como el del Parque de El Garraf (Barcelona), un espacio natural pionero en permitir la visualización por internet -desde el año 2003 con la financiación de Aena- de nidos de águila perdicera.
Estos proyectos permiten obtener con precisión datos sobre la biología de las especies sin que sufran molestia alguna, ha declarado a EFEverde Josep Torrentó, biólogo del parque.
Otro objetivo es, según el biólogo, poder seguir de forma continua los percances de la pareja en el nido, para detectarlos y solucionarlos "rápidamente."
Asimismo, las cámaras se usan con fines de sensibilización, como la que el proyecto 'Alzando el vuelo' de SEO/Birdlife instaló en un nido de águila imperial en el Parque Nacional de Cabañeros (Ciudad Real).
Carlos Hernáez, técnico del citado proyecto, ha explicado que la webcam de Cabañeros se pensó con un objetivo divulgativo, para dar a conocer la especie y permitir el seguimiento de todo el ciclo vital y reproductivo de un águila imperial.
En este sentido, Torrentó ha comentado que las cámaras hacen llegar a la gente "lo que de otra manera no podría ver" y se consigue sensibilizar y aproximar la vida de las águilas a la población.
Durante la pasada temporada 34.000 visitantes seguían la vida de las águilas imperiales de Cabañeros, pero la naturaleza no se puede controlar y este año las águilas no han vuelto al nido en el que habían criado los últimos 15 años.
"Por desgracia han elegido otro nido cercano y como es una especie muy sensible a las molestias, decidimos no cambiar de sitio la cámara", ha explicado el técnico de SEO/Birdlife.
Los dos no dudan en afirmar que por encima de las cámaras está "no molestar a las aves", por eso las tareas de instalación y mantenimiento se realizan de finales de verano a diciembre, cuando las aves ya han abandonado el nido.
La tecnología "es bastante cara" por ser muy específica para el medio natural. Para cada nido hay que instalar una cámara, cableado, caja de conexiones, un transmisor, una antena, y un panel solar.
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