Las investigadoras ocupan puestos menos relevantes pese a su mayor nivel de estudios

  • Santiago de Compostela.- Las mujeres que se dedican a la investigación en Galicia no están en igualdad de condiciones que sus colegas varones, tanto en el plano salarial como en el del escalafón en el trabajo, pese a que porcentualmente cuentan con mayor formación.

Las investigadoras ocupan puestos menos relevantes pese a su mayor nivel de estudios
Las investigadoras ocupan puestos menos relevantes pese a su mayor nivel de estudios

Santiago de Compostela.- Las mujeres que se dedican a la investigación en Galicia no están en igualdad de condiciones que sus colegas varones, tanto en el plano salarial como en el del escalafón en el trabajo, pese a que porcentualmente cuentan con mayor formación.

Así lo pone de manifiesto el estudio sobre la situación de las mujeres en el sistema ciencia-tecnología empresa, facilitado por la Xunta, y que recabó información de 164 grupos o equipos de I+D+i, con un total de 618 entrevistas, de ellas 290 mujeres y 320 hombres.

La principal conclusión del estudio es que en el cambio de la investigación existen importantes desigualdades entre hombres y mujeres, situación que, sin embargo, no es percibida por quienes trabajan en el sector.

Los hombres se sitúan, también en materia de investigación, en los puestos más relevantes; tienen mejores salarios; no se les exige un nivel de formación tan alto para acceder a los puestos de mayor responsabilidad y desarrollan su trabajo en las áreas con mayor importancia económica y más valoradas socialmente.

El trabajo pone de manifiesto la discriminación jerárquica o vertical, por la cual las mujeres capaces y brillantes se mantienen en niveles bajos del escalafón.

Esta situación se produce pese a que el nivel de formación más frecuente entre las mujeres investigadoras y tecnólogas es el doctorado, un 32,6 por ciento de las profesionales, mientras que el más habitual entre los hombres es de licenciatura, el 33,1 por ciento.

En general, y a pesar de que el nivel de estudios alcanzado por las mujeres es más elevado que el de sus compañeros, el 75,3 por ciento de los hombres, frente a un 56,4 de las mujeres, gozan de situación de estabilidad laboral.

Además, un 25,9 por ciento de los hombres del sector percibe más de 2.500 euros mensuales, frente al 15,5 de las mujeres que alcanzan esta retribución, mientas el 11 de las investigadoras cobran sueldos por debajo de los 900 euros, frente al 5 de los varones.

La maternidad y la familia también son un factor de desigualdad para las investigadoras, ya que hasta los 35 años la presencia de mujeres es superior a la media y, a partir de esta edad, se reduce progresivamente.

Un 66,8 por ciento del personal investigador no tiene descendencia, porcentaje que en el caso de las mujeres aumenta al 71,1. La media de hijos para los hombres es de 0,68 y de 047 para las mujeres.

Un 29,1 por ciento de las mujeres investigadores, el doble que el porcentaje de hombres, afirma haberse visto condicionada en su trayectoria profesional por motivos familiares. La causa más frecuente es la maternidad, que afecta a un 19,8, frente a un 7,3 de los varones.

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