Las joyas documentales de la Complutense

  • Los legajos de los archivos de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) han acumulado polvo durante cinco siglos, pero entre las cien mil cajas que ocupan y los alrededor de 25 kilómetros de papeles almacenados, se esconden auténticas joyas documentales.

Nacho Pacho

Madrid, 3 abr.- Los legajos de los archivos de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) han acumulado polvo durante cinco siglos, pero entre las cien mil cajas que ocupan y los alrededor de 25 kilómetros de papeles almacenados, se esconden auténticas joyas documentales.

Algunos de estos tesoros se pueden ver en la exposición "El Archivo General, la memoria de la Universidad Complutense", que hasta el 18 de junio permanecerá abierta en la Biblioteca Histórica de la UCM.

Esta universidad es heredera de otras instituciones académicas, como la primitiva Universidad de Alcalá, los Reales Estudios de San Isidro, el Colegio Imperial o las denominadas escuelas normales, y de todas ellas ha ido recogiendo y almacenando sus documentos administrativos desde el siglo XV hasta la actualidad.

Aunque no siempre se ha hecho en las mejores condiciones e incluso con algún olvido, como reconoce a Efe el director del Archivo General de la UCM y comisario de esta exposición, Carlos Flores, quien explica que gran parte de la documentación de la universidad estuvo literalmente perdida durante varias décadas en una habitación cerrada.

"Cuando la Secretaria General de la universidad se trasladó en los años cincuenta a la Ciudad Universitaria, se debió de dejar detrás el archivo entero en una habitación cerrada y todo el mundo se olvidó. En 1999, con unas obras de reforma, se hundió un suelo y se encontraron que era el techo de esa habitación donde estaba la documentación hasta arriba de legajos", asegura Flores.

Ahora la UCM quiere poner en valor su ingente patrimonio documental y ese es precisamente uno de los objetivos de esta exposición.

La muestra recoge diferentes documentos que dan fe de la actividad académica y científica llevada a cabo durante 500 años, en los que tres jefes de Estado -Nicolás Salmerón; Emilio Castelar, y Niceto Alcalá Zamora- y otros tantos premios Nobel -José Echegaray; Santiago Ramón y Cajal, y Severo Ochoa- han impartido sus conocimientos como docentes.

Otra fotografía de la exposición refleja la jornada de 1923 en la que Albert Einstein fue investido doctor "honoris causa".

Pero no solo se exhiben documentos de afamados profesores, sino también de algunos alumnos, como el certificado académico, por cierto no especialmente brillante, de Federico García Lorca en la Facultad de Filosofía y Letras, o un expediente disciplinario a Salvador Dalí, en el que se propone condenarle a "la pena de expulsión perpetua" de la Escuela de Bellas Artes.

Ejercicios de los aspirantes a una plaza de profesor de Hebreo en el siglo XVIII; un libro contable con el escudo del Cardenal Cisneros del siglo XVI; uno de los primeros exámenes para obtener el título de médico realizado en España en 1780 y en el que se describe al bachiller con todo lujo de detalles -"Hombre de buena estatura, con una cicatriz en la nariz y pelo castaño"-, son otros de los documentos que se pueden ver en la exposición.

Una muestra en la que también se repasan episodios de la historia reciente de España, como la Guerra Civil, que cuenta con un apartado específico, ya que la Ciudad Universitaria fue frente de batalla, tal y como atestigua un detallado plano con las trincheras de ambos bandos.

Hay también varias fotografías realizadas por la policía de las revueltas estudiantiles de mayo de 1968, como una en la que en rojo que señala a dos "sospechosos" en medio de la multitud que asiste al histórico concierto de Raimon.

O un cartel de 1889 del Balneario de la Escuela de Veterinaria, en el que se ofrecen baños higiénicos para animales a un precio, en el caso del ganado caballar y mular, de 0,75 pesetas.

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