Las ONG, los desempleados y los emprendedores crecen frente al espejo

La imagen completa de cada persona está ahí, pero no es posible mirar los detalles sin un espejo que la refleje. En el mundo empresarial y organizativo ese espejo que devuelve las virtudes y los defectos se llama coach, y es la persona que ayuda a ver los puntos ciegos que impiden que las personas logren sus objetivos .

Los coaches que trabajan con emprendedores, desempleados y organizaciones no gubernamentales tienen este jueves la oportunidad de afinar sus conocimientos con el programa de supervisión de coaching social que ofrece la Escuela Europea de Coaching (EEC) en Madrid.

"Coaching social es un proceso de entrenamiento individual en el que asistimos a los clientes para que logren sus objetivos en un tiempo mucho más corto; para que sepan no solamente sus debilidades sino también sus fortalezas, ya sea al momento de buscar trabajo o tener una vida profesional más exitosa", explica Eva López-Acevedo, socia fundadora y directora académica de la EEC.

El programa de supervisión funciona con un doble objetivo. Por un lado, ayuda a los coaches a acumular "horas de vuelo" o experiencia siendo tutores de otras personas; y por otro, beneficia a las 140 personas, aproximadamente, que recibirán la tutoría de estos entrenadores. Se le llama social porque el servicio que ofrecen tiene un precio simbólico para los desempleados, emprendedores y Ongs, aclara López-Acevedo.

Un proceso de coaching puede elevar el autoestima de una persona desempleada, y ayudar a un emprendedor a identificar los aspectos para mejorar, y vender su proyecto transmitiendo credibilidad, apunta la directora académica, quien opina que "además de beneficiar a los empresarios, el coaching también es una disciplina que genera una mejor sociedad, una mejor relación con las personas".

La EEC ha formado a más de 1 500 líderes en todo el mundo, entre ellos hay quienes están dispuestos a ayudar a los demás, que tienen que hacer muchas cosas a la vez y que han pasado por situaciones difíciles. Hay quienes han trabajado con médicos sin fronteras, acción contra el hambre, mujeres maltratadas, emprendedores y desempleados. Su misión es ayudarlos a tener una visión más poderosa.

"Somos gentiles incomodadores. Gentiles porque somos educados, pero nuestra labor es hacer algo diferente (...) Si uno está intentando lograr un resultado y no le alcanza haciendo más de lo mismo, habrá que hacer cosas radicalmente distintas que nos incomodan porque nos saca de nuestra caja de confort", expresa López-Acevedo.