Las siete claves para evitar que la vuelta al cole sea un drama

  • La vuelta al colegio puede llegar a suponer un problema para pequeños y no tan pequeños. Las largas vacaciones de verano y los vínculos que se establecen entre padres e hijos provocan que esta separación llegue a ser dolorosa en ciertas ocasiones. Todo pasa por tener una actitud positiva y por ser capaz de transmitírsela a los niños, para que éstos vivan el retorno a la escuela con ganas e ilusión.
A muchos padres la vuelta al colegio de sus hijos les puede producir una sensación de vacío que en ocasiones puede ser difícil de superar.
A muchos padres la vuelta al colegio de sus hijos les puede producir una sensación de vacío que en ocasiones puede ser difícil de superar.
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Jaime Hoyos

Lunes, 9 de la mañana. Llega el momento de dejar a los hijos en el colegio. Sus llantos y gritos hacen que la situación se complique y que a los padres se les parta el corazón. ¿Qué hacer? ¿Cómo afrontar esta situación?

Es normal que la vuelta al colegio suponga un trago difícil, tanto para padres como para hijos. Para los primeros porque han pasado un verano en compañía de sus pequeños, viéndolos disfrutar y divirtiéndose con ellos, y ahora toca separarse. Para los segundos porque tienen que despedir las vacaciones, retomar sus responsabilidades y decir adiós a los padres. Pero no debe pasar de eso, de una situación un tanto espinosa que produzca un par de llantos y que desaparezca a las cuatro semanas,  seis semanas como mucho. Más allá de ese tiempo se podría considerar que se está ante una situación patológica.

La especialista en psicología clínica Gloria Giménez, que cuenta con una clínica que lleva su mismo nombre lo explica: "El duelo por la separación que se produce al llevar al colegio está dentro de la normalidad, sobre todo si está dejando a un bebé menor de 3 años en la guardería. Pero transcurridos uno o dos meses debe haber desaparecido esta sensación, de lo contrario se debe pedir ayuda a un especialista"

Mentalizarse en los días previos a la vuelta al colegio

Una de las claves para superar esta situación con naturalidad está en mentalizarse durante los días previos. Hay que afrontar la vuelta al colegio como un proceso natural, como una parte de la evolución de los hijos, y los padres tienen que transmitírselo de esta manera a los pequeños.

"Hay que enfocar la vuelta al colegio como algo positivo para los hijos, como parte de su proceso evolutivo", sostiene Marta Perandones, psicóloga del Gabinete Psicológico Princesa 81. La experta aconseja hacer ver a los niños que el colegio es un lugar en el que van a aprender mucho, en el que van a tener muchos amigos y sobre todo que es un sitio en el que se lo van a pasar muy bien.

De esta manera, si al dejar al pequeño en la escuela llora y patalea lo conveniente es hacer caso omiso de sus reclamos y responder siempre con una sonrisa y haciendo hincapié en lo bien que se lo va a pasar, dejando que los profesores se hagan cargo de la situación.

No hay que olvidar que las vacaciones pueden producir estrés, entre otras cosas por el excesivo tiempo libre de los pequeños y la necesidad de buscar actividades para mantenerlos ocupados. Septiembre es un buen mes en este sentido, ya que las cosas vuelven a su lugar.

"Los niños están tres meses sin hacer nada, y muchas veces los padres encuentran esta situación muy difícil, ya que están buscando actividades extraescolares todo el rato", explica Sonia Martínez, directora y psicóloga del Centro Crece Bien.

"La vuelta al cole puede suponer un alivio, ya que se vuelve a una cierta rutina y a unos hábitos de sueño y alimentación", añade. Tener esto en cuenta y recordar los momentos 'tensos' del verano ayuda a superar la vuelta al colegio de los pequeños.

Afrontar el día a día con normalidad

En cualquier caso, es normal que cuando llegue el momento de dejar a los hijos en la escuela los padres puedan experimentar una cierta sensación de pena e incluso de zozobra, que se puede ver incrementada si los pequeños lloran o patalean.

Para superar esta situación hay que entender que es normal que hasta los 6 o 7 años los niños lloriqueen un poco, y no hay que darle mayor importancia. Sonia Martínez ha visto a muchos padres vivir con mucha angustia el momento de dejar a su hijo o hija en la escuela porque ven cómo llora y piensan que va a estar mal. "Tienen que saber que esto es normal, han de pensar que el niño va a estar contento, y que cuando vuelven a encontrarse por la tarde tendrán muchas más ganas aún de verse", señala.

Mientras que los pequeños están ocupados en el colegio aprendiendo y conociendo nuevos amigos, sus padres deben esforzarse por retomar su rutina diaria. No es bueno que lo único que les aporte satisfacción sean sus hijos, hay muchas cosas más: el trabajo, la familia, la pareja, los amigos, etcétera.

Además, siempre pueden buscar nuevos momentos que compartir con sus hijos, como por ejemplo llevándoles y recogiéndoles en el colegio, tal y como sugiere Alejandro Muñoz, psicólogo del Centro Psicólógico 'Mi Buhardilla'. Una idea muy importante en este sentido es que no importa tanto la cantidad de tiempo que se pase con ellos, sino la calidad del mismo.

Cuando volver al colegio se convierte en un problema

Si pasados unos días los niños no acaban de adaptarse al colegio y continúan llorando hay que ponerse en contacto con el centro escolar para ver si sus responsables han detectado algo extraño en su comportamiento. Habría que considerar también la posibilidad de recurrir a un especialista, ya que un excesivo lloriqueo o reticencia a ir a la escuela puede ser el indicativo de un problema mayor que aún está por surgir.

Ayuda mucho también transmitir a los pequeños la idea de que al final del día siempre volverán a casa. Para el psicólogo Alejandro Muñoz "la casa siempre va a ser un buen lugar del que se sale y al que se vuelve. Hay que hacer que el niño lleve los vínculos que guarda con sus padres al colegio".

Si son los padres los que no logran sobreponerse al desasosiego y pena que les provoca dejar a sus hijos en el colegio, lo que nunca deben hacer es transmitirles estos sentimientos. Esto puede provocar que los pequeños interioricen esta inseguridad, pudiendo llegar a desarrollar un miedo irracional al colegio.

Muñoz sostiene que "los padres tienen que ser conscientes de que son un modelo para los niños" y  que "no deben incurrir en una inversión de los roles". Si la vida de un adulto se ve afectada en exceso porque echa de menos a su pequeño quizá deba plantearse la posibilidad de recibir él mismo ayuda psicológica, pero nunca debe hacer que su hijo sea consciente de esta situación.

"Lo que no es normal es que la pena por dejar a los hijos en el colegio se convierta en ansiedad", dice la psicóloga Sonia Martínez, quien añade que "puede llegar a influir negativamente en los hijos, ya que pueden aprovechar esta inseguridad en beneficio propio para llamar la atención o pueden desarrollar problemas de inseguridad."

Resumiendo, éstos son los 7 puntos clave para superar la vuelta al colegio:

- Mentalizarse durante los días previos a la vuelta al colegio.

- Aceptar que es normal echar de menos a los hijos y aceptar el sentimiento.

- No hacer caso a los llantos y pataletas de los niños.

- Transmitir a los pequeños la idea de que el colegio es un lugar divertido en el que aprenderán y harán nuevos amigos.

- Asumir que la vuelta a la rutina es algo positivo.

- Afrontar el día a día con normalidad, disfrutando del trabajo, de los amigos, de la pareja, etc.

- Evaluar la posibilidad de que los padres o los niños tengan que acudir a un especialista para superar la situación.

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