Leibovitz:Los fotógrafos no capturamos ningún alma sino un aspecto de alguien

Avilés, 24 oct.- La fotógrafa estadounidense Annie Leibovitz, Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades 2013, ha afirmado hoy que "siempre se dicen esas cosas tontas de que el fotógrafo ha capturado el alma", cuando "no es así" porque lo que se captura es "un aspecto de alguien".

Leibovitz ha hecho este comentario sobre una imagen que tomó de su madre, en la que parece, según sus palabras, que no hay nadie frente a ella haciendo una fotografía, "como si estuviera en otra dimensión" y por ello se siente "muy orgullosa" de ese trabajo.

La primera fotógrafa en obtener el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades ha ofrecido esta tarde una charla sobre su obra ante una abarrotada Cúpula del Centro Niemeyer de Avilés.

Leibovitz ha ido desgranando aspectos de su carrera profesional al tiempo que compartía con el numeroso público asistente algunos secretos y anécdotas de fotografías que se han convertido en un icono global.

Es el caso de la sesión fotos que hizo a John Lennon el mismo día en que fue asesinado, o la imagen de la actriz Demi Moore desnuda y embarazada, que en su día fue un escándalo, pero que, según ha explicado la autora, abrió la puerta a que se visualizara a la mujer encinta, "que antes parecía que se tenían que esconderse".

"Es cuestión de estar allí en el momento adecuado, en un momento importante para la persona fotografiada, y cuando tienes suerte consigues el momento esencial y privilegiado", ha explicado.

La fotógrafa ha revelado que le interesa más su trabajo personal que el comercial, y que eso es algo de lo que se ha dado cuenta especialmente en los últimos años.

"La vida de reportera fue una época en la que realizaba mi trabajo y conseguí lo que me había puesto como objetivo, por eso estoy agradecida por haber tenido una vida y profesión increíble", ha declarado.

También se ha referido a la concesión del Premio Príncipe de Asturias como "un momento muy especial y extraordinario porque refleja la importancia de este trabajo" y ha agradecido "la percepción que tiene la Fundación de él porque le ha dado un mayor significado".

En varias ocasiones se ha referido a la que fue su pareja, la escritora Susan Sontag, fallecida en 2004, un año después de recibir el Príncipe de las Letras, sin la que ha reconocido que no estaría a las puertas de recibir el galardón.

"Cuando la conocí me dijo que yo era muy buena pero que podría ser mucho mejor y lo que hizo fue subir el listón, fue gracias a ella por lo terminé yendo a Sarajevo, Ruanda y a otros países", ha explicado la fotógrafa convencida de que Sontag "estaría muy orgullosa" de que esté en Asturias para recibir el premio.