Sídney (Australia), 18 sep.- Los líderes de la comunidad musulmana de Australia se desmarcaron hoy de las violentas protestas de una "minoría extremista" registradas el sábado pasado en Sídney contra el vídeo satírico del profeta Mahoma.
En una rueda de prensa en Sídney, el presidente de la Asociación Musulmana Libanesa, Samier Dadan, dijo que "las acciones de una pequeña minoría no debería socavar la reputación de toda la comunidad".
Dandan expresó que los líderes musulmanes no apoyarán ninguna protesta contra este polémico vídeo que también ha desatado violentas manifestaciones en Asia, entre ellos el vecino de Indonesia.
La comparecencia de los principales líderes musulmanes ante la prensa en Sídney se da después de que celebrasen anoche una reunión de emergencia para discutir los disturbios en las cercanías del consulado de EE.UU. en esa ciudad.
Dandan destacó la libertad de culto y tolerancia que prevalece en Australia y aseguró que los musulmanes en Australia no buscan convertir a sus hijos en radicales al comentar las imágenes difundidas por la prensa de un niño que portaba una pancarta en la que se leía "Decapiten a todos aquellos que insultan al profeta".
Entretanto la Policía australiana, que ya ha detenido a siete manifestantes, continúa rastreando a los autores de los mensajes difundidos a través de los móviles y las redes sociales convocando a participar en esta protesta que derivó en desmanes y daños a la propiedad.
Por su parte, el director del portal australiano muslimvillage.com, Ahmed Kilani, consideró que las protestas han provocado un aumento de la "islamofobia" y el rechazo a los musulmanes, un sentimiento que supone un retroceso de hasta diez años respecto al avance hacia la integración en el país oceánico, según la cadena australiana ABC.
Alrededor del 2,3 % de la población de Australia, con un total de 22 millones de habitantes, es musulmana y su religión, el Islam, es la cuarta más importante del país oceánico, de acuerdo a datos oficiales de 2011.
La población musulmana en Australia se concentra principalmente en Sídney y es una de las comunidades social y económicamente más desventajadas y según un informe de derechos humanos de 2004, ellos sienten que son estigmatizados por la percepción generalizada de que son terroristas o criminales.
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