Llamamiento a la calma en Irlanda del Norte por las marchas protestantes

  • El presidente de la Comisión de Desfiles en Irlanda del Norte, Peter Osborne, efectuó hoy un llamamiento a la calma para que las marchas protestantes que recorren la provincia británica para celebrar el "12 de Julio" transcurran pacíficamente.

Dublín, 10 jul.- El presidente de la Comisión de Desfiles en Irlanda del Norte, Peter Osborne, efectuó hoy un llamamiento a la calma para que las marchas protestantes que recorren la provincia británica para celebrar el "12 de Julio" transcurran pacíficamente.

En un comunicado, Osborne instó a los líderes políticos, comunitarios y religiosos a usar su influencia para asegurar que los desfiles que se producen estos días no desemboquen en actos de violencia callejera, como ha sucedido en años anteriores.

Según señala en la nota, "cuando la gente y las organizaciones han sido incapaces de lograr un acuerdo a nivel local sobre las marchas, la comisión ha tenido que cumplir con sus obligaciones y tomar decisiones".

Como cada año, se espera que miles de miembros de la Orden de Orange se echen a las calles para conmemorar la victoria del rey protestante Guillermo III de Orange sobre el católico Jaime II en la batalla del Boyne en 1690, desfiles que, a menudo, atraviesan zonas nacionalistas.

Destaca el desfile que transcurre por el norte de Belfast y que, a su paso por el barrio católico de Ardoyne, concentrará al mayor número de efectivos policiales, después de que en los últimos dos años los enfrentamientos en esta zona de la capital provocaron decenas de heridos.

La Comisión ha decidido en este ocasión que la marcha orangista concluya varias horas antes de lo previsto, una medida que no ha gustado a la Orden, que concentró la pasada noche en esta zona a un centenar de personas para mostrar su desacuerdo.

También habrá restricciones en la localidad de Crumlin, al oeste de Belfast, donde se permitirá a unos 5.000 orangistas desfilar por sus calles en el trayecto de ida, pero solo unos 500 podrán caminar el de vuelta.

El ministro principal norirlandés, el unionista Peter Robinson, ha calificado de "extrañas" las medidas adoptadas por la Comisión respecto a estos dos desfiles, mientras que la Orden de Orange dice que la comunidad protestante se siente "acosada".

"Queremos un poco de respeto, tolerancia y comprensión. La comunidad nacionalista (católica) debe demostrarnos que nuestra cultura tiene un sitio", declaró hoy a la emisora BBC el dirigente orangista David Hume.

En los últimos años, la mayoría de los desfiles han transcurrido pacíficamente, incluso cuando han pasado por barrios católicos.

Ahora, las rutas que siguen los "orangemen" son pactadas por representantes de ambas comunidades con la Comisión de Desfiles, lo que propicia que el paso de los hombres del traje negro, bastón en mano, bombín y orla naranja al cuello sea vista como una concesión y no como una imposición.

Aún así, un amplio sector nacionalista todavía considera que estas marchas celebran la supremacía de la comunidad protestante-unionista sobre la católica-nacionalista, origen de los más de cuatro siglos de conflicto en Irlanda del Norte.

Mostrar comentarios