Londres y Belfast celebran que marchas orangistas transcurrieran en paz

  • Los gobiernos de Londres y Belfast y la Policía norirlandesa (PSNI) destacaron hoy el trabajo efectuado por los líderes protestantes y católicos para lograr que los desfiles de la Orden de Orange transcurrieran ayer pacíficamente.

Dublín, 13 jul.- Los gobiernos de Londres y Belfast y la Policía norirlandesa (PSNI) destacaron hoy el trabajo efectuado por los líderes protestantes y católicos para lograr que los desfiles de la Orden de Orange transcurrieran ayer pacíficamente.

Entre fuertes medidas de seguridad, miles de personas tomaron el sábado parte en toda la provincia británica en las controvertidas marchas de la protestante Orden de Orange para celebrar el "12 de Julio", el día grande del unionismo.

No obstante, a diferencia de años anteriores, reinó la calma en una jornada en la que los unionistas se echan a las calles para conmemorar la victoria del rey protestante Guillermo III de Orange sobre el católico Jaime II en la batalla del Boyne en 1690, en desfiles que, a menudo, atraviesan zonas nacionalistas.

El ministro norirlandés de Justicia, David Ford, atribuyó hoy parte del éxito al "profesionalismo" de las fuerzas del orden y al "trabajo efectuado por mucha gente" a nivel comunitario para "asegurar la paz".

"Este año hemos demostrado que cuando se mantiene la cabeza fría y se escogen las palabras con cuidado se ayuda a mantener la calma y espero que este enfoque continúe para buscar una solucionar a todas las marchas controvertidas", dijo.

Ford hizo referencia, en concreto, al desfile que transcurre por las calles del norte de Belfast y que atraviesa el barrio católico de Ardoyne, foco de graves enfrentamientos entre las dos comunidades y las fuerzas del orden en los últimos años.

Como en 2013, la Comisión de Desfiles en Irlanda del Norte, que determina las rutas de las marchas, restringió ayer el paso de la Orden por esa barriada, una medida que el pasado año desató la ira de los unionistas, partidarios de la permanencia de la provincia en el Reino Unido.

Sin embargo, este año funcionaron los llamamientos a la paz efectuados por líderes comunitarios agrupados en torno a una gran coalición de unionistas y nacionalistas, incluidos miembros del Sinn Féin, antiguo brazo político del ya inactivo Ejército Republicano Irlandés (IRA).

También la ministra británica para Irlanda del Norte, Theresa Villiers, alabó hoy el civismo mostrado por la ciudadanía y agradeció los esfuerzos realizados por unionistas y nacionalistas para "rebajar las tensiones locales".

Desde hace años, las rutas que siguen los "orangemen" son pactadas por representantes de ambas comunidades con la Comisión de Desfiles, lo que propicia que el paso de los hombres del traje negro, bastón en mano, bombín y orla naranja al cuello sea vista como una concesión y no como una imposición.

Aún así, un amplio sector nacionalista, partidario de la unificación de Irlanda, todavía considera que estas marchas celebran la supremacía de la comunidad protestante-unionista sobre la católica-nacionalista, origen de los más de cuatro siglos de conflicto en Irlanda del Norte.

Mostrar comentarios