Lorca, inmersa en su reconstrucción, ignora la fiesta del Día de la Región de Murcia

  • Lorca (Murcia).- La ciudad de Lorca, inmersa en los trabajos de reconstrucción tras los terremotos del pasado 11 de mayo, ignora los actos institucionales que hoy conmemoran en Torre Pacheco el Día de la Región de Murcia con motivo del vigésimo noveno aniversario de la aprobación de su estatuto autonómico.

La Plataforma Lorca 11-M convoca una concentración para que no se olvide a los afectados
La Plataforma Lorca 11-M convoca una concentración para que no se olvide a los afectados

Lorca (Murcia).- La ciudad de Lorca, inmersa en los trabajos de reconstrucción tras los terremotos del pasado 11 de mayo, ignora los actos institucionales que hoy conmemoran en Torre Pacheco el Día de la Región de Murcia con motivo del vigésimo noveno aniversario de la aprobación de su estatuto autonómico.

La jornada festiva en toda la comunidad no ha impedido que la ciudad se mantenga ocupada en las obras de saneamiento de fachadas, de arreglo de locales comerciales, de desescombro de edificios o de demoliciones controladas de inmuebles.

Este es el caso del derribo del residencial Princesa, en el barrio de La Viña, compuesto por cinco edificios, en el que las demoliciones comenzaron hace dos semanas y que hoy continúan con las operaciones para tirar el último de los bloques.

El derribo mantiene cortada la calle Carretera de Granada, la principal de La Viña, que sigue envuelta en la nube de polvo que levantan las palas retroexcavadoras que reducen a escombros este edificio, que no es el único que hoy está siendo abatido en el barrio.

Solo el sonido de los muros al caer rompe en La Viña un silencio que sobrecoge, ya que la mayor parte de los edificios están vacíos, porque muchos de ellos presentan graves problemas estructurales y sus habitantes permanecen desplazados.

Es la situación que afecta en Lorca a unas 3.200 familias que se calcula que siguen fuera de sus casas cuando está a punto de cumplirse un mes de la catástrofe, que causó la muerte a nueve personas, heridas a más de 300 y 700 millones de euros en daños.

La mañana de la fiesta autonómica, en la que el Gobierno de Murcia entrega a Lorca la Medalla de Oro de la Región por la entereza de su población tras los terremotos, ha transcurrido en la ciudad sin apenas gente en las calles, porque los comercios sí están cerrados.

Camiones de mudanza con brazos articulados trabajan en la avenida Juan Carlos I en el traslado de enseres del edificio Residencia San Mateo, que probablemente sea derribado, y albañiles y operarios de empresas de la construcción no han descansado esta jornada festiva y han continuado vertiendo escombros a los centenares de contenedores azules instalados para ello en las calles de Lorca.

Muchas comunidades de propietarios, como la del edificio Santa Mónica, en la calle Jerónimo Santa Fe, han improvisado reuniones en la puerta de los inmuebles para tomar decisiones respecto a las reformas, aprovechando que la mayoría de vecinos no trabajaba hoy.

Algunos turistas despistados consultaban los puntos municipales de información turística y el callejero de la ciudad, prácticamente cubiertos por carteles anunciadores de empresas de reformas, patología de la edificación, estudios de arquitectura, guardamuebles y empresas de mudanza.

Los bomberos del parque de Lorca mantienen su edificio en código amarillo, por lo que todas sus cosas, desde los uniformes a los camiones, se mantienen en la calle en un orden poco convencional aunque preparados para atender posibles emergencias o acordonar más edificios.

En el campamento de refugiados de La Torrecilla, más de un millar de personas sin casa soportan con estoicismo el calor de la jornada, que se agudiza en las tiendas de campaña de lona y plástico que se han convertido en su vivienda temporal, mientras los niños juegan con voluntarios y animadores de la ONG Save The Children.

Ese campamento estuvo instalado los primeros días tras los seísmos en el recinto ferial del Huerto de la Rueda, que, como cada jueves antes de los terremotos, hoy alberga de nuevo los tenderetes del mercado semanal.

Allí, el tema de conversación, entre clientes y tenderos, sigue siendo el de los efectos de los temblores de tierra en las casas, los comercios y la gente, que hoy no está para fiestas.

Por Antonio Montoro

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