Los académicos ante la agonizante libertad de expresión en Tailandia

  • Solero Bangkok, 6 oct.- La comunidad académica tailandesa recuerda hoy el aniversario de la mayor matanza de estudiantes ocurrida hace 38 años en el país, que ahora se encuentra bajo la mordaza del Gobierno militar que prohíbe cualquier debate político, incluso dentro de las aulas.

Ricardo Pérez-Solero

Bangkok, 6 oct.- La comunidad académica tailandesa recuerda hoy el aniversario de la mayor matanza de estudiantes ocurrida hace 38 años en el país, que ahora se encuentra bajo la mordaza del Gobierno militar que prohíbe cualquier debate político, incluso dentro de las aulas.

El 6 de octubre de 1976 las autoridades tailandesas ordenaron disparar y cientos de universitarios y manifestantes fueron asesinados en la Universidad de Thammasat, donde mostraban su rechazo al regreso al país del depuesto exdictador Thanom Kittikachorn.

En esta simbólica fecha para la libertad de expresión en Tailandia, hoy nadie sale a la calle a protestar, no hay seminarios que expliquen esta parte de la historia tailandesa a los estudiantes y las escasas ofrendas florales muestran el silencio forzado de los académicos.

"Es muy difícil bajo la ley marcial recordar esta fecha, incluso para los familiares de los fallecidos el 6 de octubre", explicó a Efe el profesor de Ciencias Políticas en Thammasat, Pandit Chanrochanakit.

"En las últimas dos semanas la situación en las universidades se ha recrudecido más que nunca", añadió.

Según el académico, la libertad de expresión "ha tocado fondo" ya que "ni tras el golpe de estado de 1991, cuando yo era universitario, existían las limitaciones actuales", se lamentó Pandit.

La principal respuesta de los estudiantes ante la cancelación de seminarios fue una carta firmada por 60 profesores de 16 universidades del país hecha pública en septiembre en la que exigen respeto por su libertad de expresión.

Entre los profesores partidarios de la misiva se encuentra Prat Panchakhunath, que cuestiona la credibilidad del programa reformista del Gobierno militar ya que en el país "no se respetan los derechos de las personas", según indicó al Bangkok Post.

El pasado 18 de septiembre un grupo de soldados irrumpió por primera vez en un seminario, "El declive de los dictadores en países extranjeros", en la universidad de Thammasat, y detuvieron a tres ponentes y a cuatro estudiantes, para liberarlos horas más tarde.

Tres días después, Human Right Watch emitió un comunicado con criticas a la represión contra los académicos en Tailandia.

Frente a esta coyuntura, otra de las respuestas de los intelectuales más críticos, que en muchos casos han tenido que abstenerse de hablar de política tras visitar centros de detención militares, consiste en una campaña en la que se tapan la cara con cajas para expresar su vergüenza.

El fenómeno comenzó cuando Sugree Charoensuk, el decano de la Facultad de Música de la Universidad de Mahidol, acudió con una caja de metal en su cabeza a una reunión con la máxima autoridad del centro educativo, que había asumido el cargo de ministro de Sanidad sin renunciar a su puesto.

Charoensuk hacía así referencia al dicho tailandés "querer cubrirse la cabeza con un caja de metal", que se utiliza en casos en los que se tiene tanta vergüenza que no se quiere mostrar la cara.

"Cuanto más censuren, más querrá informarse la gente", defendió el académico Ekachai Chainuvati, cuyo perfil en redes sociales muestra un cubo de metal dibujado alrededor de su cabeza.

Tras la asonada militar, asociaciones de estudiantes destacaron por atreverse a protestar en público contra la junta, convirtiendo en símbolos de protesta la lectura del clásico "1984" de Orwell o alzar tres dedos como en la película "Los juegos del hambre".

Los militares han prohibido cualquier manifestación o debate político mientras llevan a cabo reformas, según dicen, para limpiar el sistema de corrupción hasta la celebración de elecciones, previstas en 2015.

La pagina de uno de estos grupos universitarios, el Centro de Estudiantes Tailandeses por la Democracia, ha cambiado hoy su foto de portada y muestra fotos de la matanza de 1976 bajo el lema "No nos olvidamos de quién mata a nuestro hermano".

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