El Cairo.- La muerte de varios cristianos coptos al ser tiroteados la semana pasada a la salida de una iglesia del sur de Egipto ha despertado el temor entre esta minoría de que se repitan las agresiones si no se frena la tensión sectaria.
"Hay un aumento creciente de la tensión sectaria. Los ataques contra los cristianos se repiten y hay que resolver las causas de estas agresiones", advirtió hoy en una entrevista con Efe el portavoz de la Iglesia Copta, el obispo Marcus.
El religioso reaccionaba así al fallecimiento de ocho cristianos por los disparos de hombres armados cuando salían de la iglesia de Anba Basaya, en Naya Hamadi, tras asistir a la Misa del Gallo, que marca el inicio de la Navidad ortodoxa.
Aunque las autoridades aseguraron tras el suceso que se produjo por venganza de la violación, hace dos meses, de una chica musulmana por un cristiano en otro pueblo del sur, Marcus insistió en que "tiene motivos sectarios, sin duda".
Esta vez, sólo un juicio justo contra los autores del ataque no va a satisfacer a los coptos, que componen un diez por ciento de la población de unos ochenta millones de habitantes, ya que piden el cumplimiento de sus requisitos para que no se sienten descriminados.
Entre estas peticiones, Marcus citó la igualdad de los derechos para todos los ciudadanos y una ley que regularice la construcción de templos religiosos, ya que ahora la construcción de una iglesia necesita permisos de hasta el presidente del país.
El portavoz de la Iglesia se quejó de que no hay cristianos que ocupen altos cargos en Egipto, como jueces, oficiales en la Policía o en el Ejército y profesores en las universidades.
"El cristiano no se siente presente en la sociedad y como el musulmán no le ve presente, no le respeta", añadió el obispo, también uno de los secretarios del Papa Shenuda III.
El religioso atribuyó el ambiente religioso radical en el que vive el país a la enseñanza en los colegios, los libros, las mezquitas y los programas de televisión, que "dicen que el cristiano es infiel".
"¿Dónde está la libertad de religión?", se preguntó.
La misma pregunta la hicieron anoche varios miles de cristianos que se manifestaron en la Catedral copta en El Cairo para expresar su enfado por el incidente de Naya Hamadi.
En pancartas y eslóganes, los manifestantes culparon a la Seguridad del Estado y al Gobierno egipcio de los ataques y rechazaron cualquier tipo de reconciliación.
Incluso después de que el Papa Shenuda III intentara calmar los ánimos con un sermón tranquilizador, los manifestantes insistieron en protestar y en pedir la protección del presidente Hosni Mubarak.
El incidente de Naya Hamadi es el último de una serie de agresiones contra cristianos, de las cuales se recuerdan los graves enfrentamientos de 1999 en los que murieron 21 cristianos y dos musulmanes en la localidad de Kosheh, en la provincia de Sohag, en el sur del país.
El obispo de Kosheh, Gebrael Abdel Mesih, que fue testigo de estos choques, lamentó en declaraciones a Efe que "los mismos incidentes se repitan, con los mismos preparativos y en los mismos momentos, durante las fiestas coptas".
Asimismo, recordó que los responsables de los ataques de Kosheh nunca han sido detenidos ni presentados a la Justicia.
La misma condena la expresó Marcus, al denunciar que "nunca castigaron a los autores de ningún atentado contra los cristianos, lo que anima a que se cometan más ataques".
Enfadado por la violencia y la falta de justicia, Marcus advirtió de que esta vez, si no se juzga a los autores de los ataques de Naya Hamadi, "los incidentes sectarios van a aumentar".
Heba Helmy
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