Los estudiantes acuerdan mantenerse en la UB frente a un posible desalojo

  • Los estudiantes que ayer se encerraron en el vestíbulo del rectorado de la Universidad de Barcelona (UB) han acordado hoy en asamblea permanecer en el edificio frente al posible desalojo del centro, que el rector, Dídac Ramírez, ha solicitado ya a los Mossos d'Esquadra.

Barcelona, 1 mar.- Los estudiantes que ayer se encerraron en el vestíbulo del rectorado de la Universidad de Barcelona (UB) han acordado hoy en asamblea permanecer en el edificio frente al posible desalojo del centro, que el rector, Dídac Ramírez, ha solicitado ya a los Mossos d'Esquadra.

En una improvisada asamblea a la que han asistido unas 200 personas, los estudiantes han optado por quedarse en el histórico edificio de la plaza Universidad de Barcelona, ante el temor de que si lo abandonan para desplazar a otro lugar su protesta después se les impida volver a entrar.

De esta forma, los universitarios se exponen a un desalojo por parte de la policía, ya que el propio rector de la UB, Dídac Ramírez, lo ha solicitado a los Mossos d'Esquadra.

Los estudiantes han acordado permanecer a lo largo del día de hoy en el edificio de la plaza Universidad de Barcelona y han convocado para las 21:00 horas una nueva asamblea para decidir si permanecen en el centro una segunda noche.

Para organizar sus actividades en el recinto histórico, han creado cinco comisiones: de difusión, de logística, de cocina, de contenido y una quinta de poesía en la que permanentemente se recitarán versos.

La asamblea ha transcurrido entre constantes críticas a la actuación policial en la manifestación de universitarios de ayer, que consideran "desmedida y represiva", y también a los medios de comunicación, a los que acusan de criminalizar a los movimientos estudiantiles.

En algunas de las intervenciones los universitarios han comparado sus protestas con las de mayo del 68 y han exigido al rector de la Universidad de Barcelona que se declare insumiso y no acate las órdenes que reciba de la administración para aplicar recortes en las universidades.

Una de las intervenciones más ovacionadas ha sido la una madre en paro, que ha acudido a la asamblea en solidaridad con los estudiantes y ha proclamado que los actos violentos de ayer no merecen condena, más allá del incendio de un coche, porque en su opinión atacar "a la Bolsa y a los bancos" no es reprobable.

En el vestíbulo del edificio histórico de la UB los estudiantes han habilitado un espacio para cocinar, mientras que en otras zonas permanecen los sacos de dormir y esterillas utilizados por las varias decenas de universitarios que han pasado la noche en el rectorado.

Al encierro han acudido también un par de profesores de la UB, que en muestra de solidaridad con las protestas universitarias han impartido clases en las escaleras de acceso a la zona noble del rectorado.

A las puertas del emblemático edificio se han colgado pancartas con lemas como "cerrado por reformas" y "estudiantes en lucha y en defensa de la universidad pública", mientras algunas personas han depositado rosas en el suelo.

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