Los griegos no tienen espacio para enterrar a sus muertos

    • La superpoblación de los cementerios obliga a las familias a alquilar parcelas muy costosas. La cremación no existe.
    • La ley establece que los restos sólo pueden estar enterrados tres años, tras los cuales tienen que ser exhumados.
Grecia acusada de abandonar a los refugiados en alta mar
Grecia acusada de abandonar a los refugiados en alta mar

Tres años es el tiempo máximo que una persona puede estar enterrada en las principales ciudades de Grecia. Es la realidad de un país que no tiene espacio para enterrar a sus muertos.

Los griegos, especialmente aquellos que viven en Atenas y Tesalónica, las dos ciudades más pobladas, se han tenido que acostumbrar a los enterramientos temporales, debido a la escasez de tierras para construir cementerios. Pasado ese tiempo, los restos son exhumados y los familiares se ven en serios aprietos para decidir qué hacer.

La mayoría se ven obligados a recorrer cientos de kilómetros en busca de un cementerio privado, cuyo coste, en cambio, es muy elevado y difícil de asumir. Las autoridades alquilan parcelas que pueden llegar hasta los 3.300 dólares, informa en un reportaje la cadena BBC.

Pero eso sólo dura tres años. De nuevo, pasado el tiempo, las familias se ven en la misma situación. Muchos optan por depositar los restos en un osario, un 'cementerio' común que sirve como destino definitivo, e impersonal.

En ocasiones, los familiares no aparecen. Entonces, el cadáver es exhumado y los huesos son disueltos en un preparado químico y depositado en una fosa común.

La realidad es dantesca. La describe, a la misma cadena, Alexander Vlassis."El cuerpo no se había disuelto. ¿Puede creerlo? Fue terrible", cuenta, "Nos dijeron que lo enterrarían otra vez con una capa de tierra más ligera. Cuando fui a visitarlo tres meses después el cuerpo se había descompuesto. Colocaron los huesos en una caja de plástico. ¿Mi padre en una caja de plástico?", contó Vlassis.

Grecia es además el único país de la UE donde la cremación no existe. Legalizada en 2006, su aplicación, en cambio, se encuentra paralizada debido a la oposición de determinadas autoridades y de la Iglesia ortodoxa. Desesperados, los griegos optan cada vez más por salir del país con los restos de sus seres queridos para poder incinerarles.

"Para una persona joven ya es una experiencia muy triste perder a su padre, para que luego tenga que pasar por todo el proceso de la exhumación", opina a la BBC Yiannis Boutaris, alcalde de Tesalónica, firme defensor de la cremación.

"Puede ser una opción más barata para las personas. Si cremas a la persona te costaría la mitad", defiende.

Boutaris lleva a cabo desde hace años una intensa lucha para que la situación cambie. De momento, ha logrado que el Ministerio del Ambiente griego elimine alguna de las férreas restricciones para construir crematorios. El regidor busca financiación para su controvertido proyecto, que ya ha encendido a los ortodoxos.

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