Los maltratadores tienen un problema de masculinidad, sostiene una experta

  • La antropóloga barcelonesa Mercedes Fernández-Martorell, experta en violencia machista, sostiene que los hombres que maltratan a sus parejas tienen en el fondo un problema con su hombría, con su masculinidad, y que es ejerciendo estas vejaciones como intentan zanjar sus miedos y dependencias.

Barcelona, 16 feb.- La antropóloga barcelonesa Mercedes Fernández-Martorell, experta en violencia machista, sostiene que los hombres que maltratan a sus parejas tienen en el fondo un problema con su hombría, con su masculinidad, y que es ejerciendo estas vejaciones como intentan zanjar sus miedos y dependencias.

Fernández-Martorell, autora de varios libros e investigaciones sobre violencia de género, acaba de publicar "Ideas que matan" (Ediciones Alfabia), en el que narra, desde el punto de vista de la antropología, sus últimas investigaciones sobre este tema.

Durante tres años, desde 2006 hasta 2008, la experta logró adentrarse en los juzgados de Barcelona para asistir a centenares de vistas por denuncias de malos tratos y entrevistar en profundidad a una treintena de hombres condenados por maltrato.

De sus encuentros con ellos analizó "cada palabra y cada silencio", para hurgar sobre la pregunta que motivó la investigación: ¿Por qué algunos -tantos- hombres maltratan a la pareja?

En muchos entornos, en España, explica la experta, sigue habiendo hombres machistas que desean perpetuar su dominio sobre la pareja e imponer antiguas leyes sociales masculinas que implican relaciones de jerarquía y dominio, de ellos sobre ellas, es decir, enmudeciendo la palabra de la mujer y prescindiendo de relaciones de tú a tú.

Surge la violencia machista cuando esos individuos se encuentran con la oposición de sus parejas a seguir prácticas sociales que impliquen sumisión, o cuando esos hombres viven conflictos personales y laborales en relación con los demás hombres, asuntos que no deben compartir con sus parejas porque sería tratarlas de igual a igual.

"Esos hombres responden a pautas de comportamiento machista y se sienten verdaderos hombres cuando dominan. Lo que les lleva a maltratar a la pareja no sólo son los conflictos que el hombre tiene con sus congéneres, sino que las normas masculinas de dominio sobre la mujer no se cumplan", señala Fernández-Martorell.

Asegura la experta que el hombre machista vive la vida "embravecido" y que éste utiliza a su mujer para resolver sus conflictos de masculinidad.

"El hombre que vive sin hombría, según él irrecuperable, es el que mata a la pareja. Lo hace -sostiene la experta- juzgando que ha fracasado en el encargo más primigenio que se impone a los hombres de las sociedades machistas: poseer a una mujer y someterla para incluirla en el orden social que él ha concertado para con sus partidarios".

Fernández-Martorell se pregunta también en el libro por qué muchos de los hombres que asesinan a sus parejas posteriormente se suicidan.

Relata, en este sentido, que el hombre machista depende de la sumisión de su pareja para sentirse bien, y entiende que ella depende de él para adquirir la cualidad de verdadera mujer.

Así que primero la mata a ella para aniquilar la memoria del fracaso de él y posteriormente él se suicida, ya que cree haber perdido su hombría.

"Los hombres que asesinan a la pareja y luego se suicidan lo hacen convencidos de que han perdido su identidad masculina", apunta la antropóloga.

Con esta investigación, Fernández-Martorell ahonda en el origen de la violencia machista con el objetivo de ayudar a las víctimas y también a los maltratadores.

"Quiero también ayudarles a ellos, porque no dejan de ser hombres malogrados", afirma la autora, que aboga por repensar la manera en que se trata actualmente a los maltratadores y trabajar con ellos como si fueran "víctimas de sí mismos", al ser éste el arranque de su violencia.

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