Los niños vuelven a Peshawar sin miedo, con ánimo de venganza y el corazón roto

    • "No tengo miedo, nadie puede pararme de vuelta a mi escuela, volveré y les diré a los asesinos: no tenemos miedo", dice desafianteZahid Ayubde 16 años.
    • "Fue el peor día de mi vida.Ver a mis hijos tirados en un mar de sangre es lo peor que le puede pasar a una madre", declara con angustia una madre.
Los niños asesinados en Peshawar
Los niños asesinados en Peshawar

La masacre de Peshawar no quedará imune para cientos de familias que han visto como hoy algunos de sus hijos volvían a la escuela donde el pasado mes de diciembre morían 132niños a manos de los talibanes.

"Mi corazón está roto, todos mis compañeros han muerto y mi corazón no quiere entrar en el colegio". 134 niños perdieron la vida en un brutal ataque pero muchos de ellos asisten a la escuela dejando notas de esperanza. "No tengo miedo, nadie puede pararme de vuelta a mi escuela, volveré y les diré a los asesinos: no tenemos miedo", dice desafianteZahid Ayubde 16 años que sufrió leves heridas en el cuerpo.

"Creo que es una buena noticia que el colegio vuelva a abrir sus puertas", admiteTariq Azizde 30 años, hermano de Asad, quien murió en el ataque. "El tiempo ha pasado y los estudios y educación de los niños están sufriendo", recuerda el joven que a su vez admite que si no están seguros, "¿qué puedo hacer?", se pregunta."Tenemos que mandar a nuestros niños a la escuela por el bien de su educación".

Hasan Syed, de 10 años,sobrevivió al ataque y fue uno de los muchos niños que regresaron a la escuela. "No tendré miedo de volver al cole. Esto lo hago por mi primo que murió en el ataque.Si vuelvo, estoy retando a los terroristas"."Reconocí a mi hijo por sus dedos"

Una de las personas que más sufrió trasla matanza dePeshawarfueLaleena Ali Shahquien perdió a sus dos hijos. La madre cuanta con el corazón roto cómo fue el momento de identificar los cuerpos de sus dos discípulos.

"Fue el peor día de mi vida.Ver a mis hijos tirados en un mar de sangre es lo peor que le puede pasar a una madre", declara con angustiaAli Shah.

La madre no quería entrar en la escuela cuando los militares le dijeron que intentara reconocer a sus hijos. Al mayor,Hassnain, no pudo reconocerlo por su rostro ya que estaba irreconocible."Tenía la cara ensangrentada y desfigurada,le reconocí gracias a sus dedos".

Su segundo hijo,Abdullah, lo encontró muerto cerca de su hermano.

Los dos cuerpos fueron llevados a una nave cerca del colegio donde los familiares pudieron dar su último adiós. "He perdido a mis dos hijos, Abdullah y Hassnain.

"Los dos eran unas bellísimas personas. Siempre me daban un beso antes de ir a la escuela", llora desconsoladamente Ali Shah que tiene entre sus brazos a su tercer hijo de 25 días."Vuelvo para ser soldado y vengarme"

Un niño de ocho años, quien su padre quiere que su nombre quede en el anonimato, sobrevivió al ataque terrorista."Vuelvo al colegio y cuando termine y sea soldado vengaré a todos mis compañeros muertos",declara con una sonrisa en la cara. Su padre admite que cuando salga de la escuela militar muchos de los niños "serán soldados y vengarán a sus compañeros".

Uzair Ali, alumno de cuarto grado, fue tiroteado once veces hasta caer muerto. "Uzair era mi primer hijo y era muy querido por toda la familia. Solo tenía 13 años y le encontraron once balas en el cuerpo", denuncia Ahmad Ali al diario Express Tribune.

Según cuenta Ahmad, electricista de profesión, dijo al diario que su hijo llevaba en la escuela desde el primer curso. "Llamé a mi hermano y a mi padre para que fueran a la escuela después del atentado".

El abuelo del joven fue rápidamente al hospitalLady Reading Hospitaldonde esperaba encontrar a su nieto. "¿Dónde está mi nieto?", reclamaba el anciano sin obtener respuesta. Cuando un miembro del hospital le entregó el cadáver no quiso verlo y lo llevó a casa pero cuando llegó su madre destapó el cadáver y vio que no era su hijo.

Las esperanzas resurgieron pero cuando llegaron al colegio los cuerpos de la policia limpiaron la zona del atentado y entre los cadáveres sí estaba el de Uzair.

"Él quería ser soldado desde muy pequeño y su sueño se ha truncado", dice su padre que aguarda en su casa con el resto de sus hijos de once y siete años.

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