Los veterinarios protestan hoy contra la apertura de nuevas universidades


La Conferencia de Decanos y Decanas de Veterinaria de España (CDVE) ha llamado a estudiantes y profesionales a participar en las concentraciones previstas para este miércoles al mediodía contra la apertura de cuatro nuevas universidades.
Las protestas se celebrarán en las puertas de las facultades de Veterinaria y de las sedes de los órganos colegiales en distintas ciudades. Según el presidente de la CDVE, Antonio Rouco, la creación de más facultades de Veterinaria “perjudicará seriamente a los futuros veterinarios y a todo el sector profesional”.
“Supondrá una pérdida del excelente nivel académico actual, sobredimensionará la oferta nacional de estos estudios, saturará el mercado laboral y disparará el paro y la precariedad laboral”, afirmó. "Además, agravará el grave déficit económico que soportan las universidades públicas españolas”.
Los proyectos que critica Rouco se refieren a la apertura de dos nuevas facultades públicas en Lleida y Valencia y a dos centros privados en Alicante y Madrid.
DEMASIADOS TITULADOS Y FACULTADES
La CDVE advierte de que en España sobran licenciados en Veterinaria y ya hay más facultades de las necesarias para la sanidad del país. Cada año se gradúan unos 1.200 estudiantes de Veterinaria, apuntó, mientras que en los diferentes sectores profesionales relacionados se generan unos 600 puestos de trabajo anuales.
A ello hay que agregar que la European Association of Establishments for Veterinary Education (EAEVE) y la Federation of Veterinarians of Europe (FVE) consideran que es suficiente con una facultad por cada 7-10 millones de habitantes para garantizar la calidad de los servicios veterinarios. Así, en España bastaría con entre cuatro y siete de estas facultades.
Otro problema que cita se refiere al desembolso que deben hacer las universidades de cara a contar con unas instalaciones acordes a los estándares solicitados por la EAEVE para impartir Veterinaria: un centro dotado de aulas, laboratorios, microaulas informáticas, salas de disección y necropsias; un hospital clínico veterinario abierto las 24 horas al día los 365 días del año; una granja docente veterinaria; una planta piloto de tecnología de alimentos, y un profesorado altamente preparado y cualificado, lo que en total supone una inversión inicial de unos 15 millones de euros y un mantenimiento anual de entre 8 y 10 millones.
Al carecer de soporte económico específico del sistema sanitario público como ocurre con Medicina o Enfermería, son las propias universidades las que tienen que hacer frente a todas estas necesidades.
Todo ello convierte a los estudios de Veterinaria en los más caros del panorama universitario español (entre 9.000 y 12.000 euros cuesta formar a un alumno al año), situación que la apertura de nuevos centros solo puede empeorar, según los responsables de las facultades.

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