Madrid. Indignación en la fravm por las ayudas a los bares cuando se están acometiendo recortes sociales


La Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (Fravm) expresó este viernes su "indignación" por las ayudas del 40% que la Comunidad de Madrid concederá a los bares para la instalación de iluminación y estufas en las terrazas, cuando el Gobierno de Aguirre está acometiendo recortes sociales a las familias madrileñas en un momento de crisis como el actual.

En declaraciones a Servimedia, Francisco Caño, responsable de Medio Ambiente en la Fravm, criticó que se destinen los recursos públicos a la iniciativa privada habiendo necesidades mucho más prioritarias para las familias en materia de dependencia, educación, sanidad y políticas sociales en general.
Además, Caño criticó que estas ayudas se dediquen a "un tipo de negocio obsoleto, a mi parecer", y a fomentar un "turismo de taberna", en lugar de ir a otro tipo de turismo de más calidad y a empresas en el campo del I+D+i, de las nuevas tecnologías y respetuosas con el medio ambiente.
Sobre esto último, denunció la "contradicción" e "hipocresía" del Gobierno regional al adoptar medidas para fomentar y subvencionar el ahorro energético y la reducción de la contaminación, por un lado, y, por otro, conceder ayudas para la instalación de estufas "que son más contaminantes. Es una barbaridad", apuntó.
Según Caño, el interés de las últimas semanas del Gobierno regional y del Ayuntamiento de Madrid por favorecer la instalación de terrazas de los bares también durante el invierno está poniendo "en pie de guerra" a los vecinos, sobre todo los del centro de la capital, que dijo que están "muy descontentos".
Caño señaló que la Fravm no está en contra de los derechos de los negocios, pero dejó claro que por encima de ellos están los derechos de los vecinos a la salud y al descanso. A su juicio, la ciudad se está ordenando de cara al turismo y no se tienen en cuenta los derechos "de los que viven en la ciudad los 365 días y pagan los impuestos".
Para Caño, las ayudas para las terrazas suponen, además, una especie de boicot a la "ley antitabaco" y van "en detrimento de ir avanzando en un modelo cultural en el que tabaco no sea algo cotidiano". El responsable de la Fravm cree que eso de que los bares perderán clientes con la nueva ley es algo "transitorio", ya que también ganarán entre su clientela a las familias con niños que antes no iban a los bares por el humo.

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