Madrid. Las brigadas vecinales de observación de derechos humanos recurren ante interior para que dejen de acosarles


Las Brigadas Vecinales de Observación de los Derechos Humanos (Bvodh) han presentado este viernes un recurso de alzada ante el Ministerio del Interior, con el objetivo de que cese el acoso a las personas que ejercen de forma legítima la defensa de los derechos humanos a través de su actividad en estas brigadas.
Junto a este recurso, han incluido la solicitud de la suspensión del pago de las multas impuestas por la Delegación del Gobierno a varias personas que participaron en una brigada vecinal los pasados días 22 de diciembre, 22 de febrero y 10 de mayo y fueron denunciadas por la Policía Nacional.
Las Bvodh consideran que las sanciones están dirigidas a disuadir a las personas que participan o podrían participar en estas brigadas de realizar esa labor de observación de derechos humanos y ejercer la libre expresión, según señalan en un comunicado.
Este movimiento vecinal rechaza la acusación de la policía de que estos brigadistas provoquen reacciones en el público que alteran o pueden alterar la seguridad ciudadana, y asegura que lo que hacen es "documentar los controles de identidad guiados por perfil racial, efectuados por la Policía Nacional en los espacios de uso público de la ciudad de Madrid, así como informar al vecindario tanto sobre dichos controles como sobre sus derechos fundamentales".
Insisten en que la labor de las Bvodh es "totalmente legítima y legal", y creen que las sanciones administrativas interpuestas a participantes de las brigadas, pese a las alegaciones presentadas sobre lo infundado de las acusaciones, están dirigidas a "obstaculizar la respuesta ciudadana a los controles de identidad racistas y las detenciones preventivas ilegales que realiza la Policía Nacional, por derivación del Ministerio del Interior".
Para las Bvodh, estos controles y detenciones constituyen "una persecución a una parte del vecindario, segregan y restringen la libertad de movimiento de las personas, impidiendo un uso igualitario del espacio público, sembrando el miedo y la desconfianza. Son uno de los eslabones de la cadena de persecución de las personas migrantes, seguida de reclusiones en Centros de Internamiento de Extranjeros y deportaciones", concluyen.

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