Madrid. Una fundación busca viviendas para las víctimas de ‘la nueva pobreza’


La Fundación Tengo Hogar, cuya finalidad es proporcionar recursos, especialmente viviendas, a familias con un mínimo de ingresos que, por la crisis, han tenido que abandonar las suyas, se ha presentado en sociedad en Madrid para difundir el trabajo que está desarrollando en la Comunidad desde enero de 2013.
La fundación trabaja con las familias derivadas por los servicios sociales del Ayuntamiento de Madrid, según un perfil determinado, para que se les asigne una vivienda temporal que podrán utilizar entre uno y dos años a un coste muy reducido.
“Las personas que acceden al proyecto siguen teniendo los ingresos suficientes como para poder hacerse cargo de los gastos de los suministros de la vivienda y pagar un alquiler que nunca supera los 160 euros. Este precio reducido que ofrecemos es posible gracias a nuestra adhesión al programa de vivienda solidaria que desarrollan el Ayuntamiento de Madrid y la Empresa Municipal de Vivienda y Suelo (EMVS) a través de un convenio”, explica Jorge Martínez Ramallo, uno de los artífices del proyecto.
A partir del momento en el que entran en el programa, las familias también reciben apoyo de acompañamiento con trabajadores sociales, alimentos si lo requieren, asesoramiento para buscar empleo y reestructuración familiar, entre otros. La fundación ha cedido ya seis viviendas en diferentes barrios de la comunidad de Madrid y está a punto de entregar otras cuatro. Su objetivo es llegar a las 25 en 2014.
NUEVA POBREZA
La Fundación Tengo Hogar trabaja desde la perspectiva de atender a las víctimas de la considerada “nueva pobreza”, que Martínez Ramallo califica como “personas con un perfil completamente normal que se han visto sacudidas por un fuerte revés económico” por el que han caído en la exclusión social.
“Al caer una pieza tan básica como es la vivienda, todas las demás facetas de sus vidas se pueden ver afectadas de la noche a la mañana. Si les facilitamos algo tan primordial como es una vivienda, es una manera de darles tiempo y ese respiro que necesitan para que puedan recomponer todo lo que han perdido”, agrega María José González Peón, cofundadora de la iniciativa.
La fundación cuenta con la colaboración de nueve voluntarios y con la participación de entidades públicas, bancos, despachos jurídicos, empresas privadas, medios de comunicación y personas anónimas, que van haciendo crecer esta iniciativa solidaria.
Un ejemplo de esa colaboración es el que ha surgido entre muy diferentes sectores como la comunicación el diseño y la decoración. “Acabamos de firmar un convenio con la empresa Leroy Merlin y con la escuela IADE que se ha podido poner en marcha gracias a la revista ‘Nuevo Estilo’, que también está colaborando con nosotros. El proyecto que ha salido de esta unión es espectacular: los alumnos de IADE diseñan el interior de las viviendas que vamos a adjudicar y Leroy Merlin cede gratuitamente los materiales para amueblarlas”, expone Jorge Martínez Ramallo.

Mostrar comentarios