Mañana es el día mundial de la incontinencia urinaria, un problema que afecta a más de 6,2 millones de españoles


Mañana es el Día Mundial de la Incontinencia Urinaria, un problema con el que se calcula que viven más de 6,2 millones de personas en España, aunque la mitad de ellas no lo aborde con su médico.
El Observatorio Nacional de la Incontinencia (ONI) sostiene que el trastorno afecta de forma distinta a mujeres y hombres, que, pese a la creencia popular, también lo sufren. Se estima que una de cada cuatro personas que vive con este problema es un varón.
De esta forma y según la misma fuente, mientras la población femenina trata y asume la incontinencia urinaria de manera mucho más natural (las mujeres hablan entre ellas del tema y lo consultan más habitualmente con su médico), los hombres perciben esta enfermedad como un tema mucho más tabú que mina en mayor medida su autoestima, al ser más difícil de disimular.
La incontinencia urinaria es la pérdida del control de la vejiga y sus síntomas pueden variar desde un leve escape de orina hasta el descontrol total, que sufren una de cada cuatro mujeres a partir de los 35 años y que en mujeres mayores afecta a una de cada dos.
En cuanto a la afectación en hombres, se estima que ronda el 25% a partir de los 40 años, una cifra que aumenta hasta el 44% si se incluye también a los que tienen problemas de vejiga o los que toman medidas preventivas. Este porcentaje se incrementa con la edad.
En ambos casos, la incontinencia repercute en aspectos de la vida diaria como son el entorno social, físico, sexual, laboral y doméstico. A esto se suma que, en la gran mayoría de las ocasiones tanto mujeres como hombres padecen el problema en silencio, llegando incluso a afectar a su autoestima y a hacer que se cuestionen su identidad.
Sin embargo, los especialistas apuntan que gracias a un diagnóstico adecuado y a un tratamiento dirigido, los pacientes que viven con incontinencia urinaria pueden conseguir una mejoría e incluso la curación del problema.
"Hoy en día existen técnicas muy seguras y poco invasivas que ayudan a los pacientes a recobrar el control de su vejiga y a volver a llevar una vida normal", asegura Juan Ignacio Martínez-Salamanca, del Hospital Universitario Puerta de Hierro-Majadahonda y del Centro de Urología Médico-Quirúrgico (CUMQ).

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