Contrariamente a lo que tienen previsto para el sábado 30 de enero las organizaciones católicas, las cuales saldrán a manifestar en Roma a favor de la familia y contra este proyecto de ley, las asociaciones de defensa de los homosexuales planearon numerosas manifestaciones simultáneas en distintos lugares de Italia.
Así, las manifestaciones se llevaron a cabo en un centenar de ciudades italianas e incluso en Londres o Boston (Massachusetts, noreste de Estados Unidos).
Los organizadores (asociaciones, partidos de izquierda o sindicatos) instaron a los participantes a manifestarse con relojes despertadores y hacerlos sonar al mismo tiempo al grito de "¡Italia, despiértate, es hora de ser civil!".
Italia, último país de Europa que no reconoce legalmente a las parejas homosexuales, intenta cubrir ese vacío legal con este proyecto de ley.
El texto, elaborado por la senadora Monica Cirinná, del gobernante Partido Democrático, permite calificar de "unión civil" a la pareja de dos personas del mismo sexo o de sexo diferente y le otorga derechos y deberes.
Además de la pensión que cobra el viudo o la viuda en caso de muerte de su pareja, la ley contempla la posibilidad de adoptar el hijo natural o adoptivo de uno de los miembros de la pareja homosexual, lo que ha desatado duros enfrentamientos.
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