María José Agirre: ETA no conseguirá que me hunda de nuevo

  • María José Agirre Larraona, hermana del ertzaina asesinado por ETA el 13 de octubre de 1997 en la explanada de acceso al Museo Guggenheim de Bilbao, ha afirmado hoy que se "rompe" cada vez que "esa panda de asesinos" ha cometido un atentado, pero ha subrayado que no conseguirán que se vuelva a hundir.

Bilbao, 13 ene.- María José Agirre Larraona, hermana del ertzaina asesinado por ETA el 13 de octubre de 1997 en la explanada de acceso al Museo Guggenheim de Bilbao, ha afirmado hoy que se "rompe" cada vez que "esa panda de asesinos" ha cometido un atentado, pero ha subrayado que no conseguirán que se vuelva a hundir.

"Mi asignatura pendiente es visitar el Guggenheim", ha dicho durante su intervención en el acto de presentación de un libro sobre la elaboración del duelo tras la muerte de un ser querido, titulado "Cicatrices del corazón. Tras una pérdida significativa", de la psicóloga Rosa María Martínez.

María José ha narrado su propio testimonio y ha recordado que hasta el 12 de octubre de 1997, jornada anterior al asesinato de su hermano Txema, formaba parte de una "familia normal" con marido, hijos, padres y hermanos.

El día siguiente su hermano ejercía labores de vigilancia en la explanada del Guggenheim debido a los preparativos para el acto de inauguración oficial de la pinacoteca, a la que estaba previsto que asistiera el rey Juan Carlos, entre otras personalidades.

Txema Agirre observó a dos personas que manipulaban una jardinera y cuando se dirigió a ellas para pedirles la documentación, le dispararon un tiro y murió horas después. En la jardinera había material explosivo destinado a un atentado contra el museo.

Tras esa acción de "unos viles asesinos que dicen actuar en nombre de no se qué patrias", María José tuvo una reacción de "revoltijo de emociones; dolor físico y psíquico, incapacidad y miedo, miedo porque tenía que decírselo a mis padres".

"Quería gritar, clamar venganza, pero no me salía; algo dentro de mí me impedía sentir odio y rabia", ha dicho. También ha criticado la actuación "inhumana" de algunos medios de comunicación que difundieron la imagen de su hermano en el suelo gimiendo.

Un año y cuatro meses después su padre enfermó y murió, y su madre ha querido morirse "todos los días de su vida" hasta que finalmente falleció hace ocho meses.

A esta situación se añadió que en 1998, y ante los rumores sobre un diálogo con ETA, María José se posicionó públicamente a favor de esta posibilidad al considerar que la sociedad "necesitaba paz y los muertos, descansar", y estas manifestaciones fueron recibidas "con incomprensión" desde diversos ámbitos.

En la actualidad, catorce años después del asesinato de su hermano, María José ha conseguido superar esta pérdida violenta tras acudir a una terapia psicológica. Según ha dicho hoy, tras una "profunda crisis", ahora está "bien" y puede hablar de este asesinato.

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