Más de 100.000 firmas piden a la universidad de zaragoza readmitir a un estudiante con una enfermedad en la cadera en el grado de deportes


Un total de 116.036 personas han respaldado en Change.org la petición para que la Universidad de Zaragoza readmita en su grado de Ciencias de la Salud y el Deporte a Héctor Blasco, un joven de 19 años con una enfermedad en la cadera.
Según explica Beatriz Bona, madre de Héctor y promotora de esta petición, “la universidad dispuso con siete meses de antelación del historial médico de mi hijo, y nos dijeron que una vez que empezase el grado harían las adaptaciones oportunas”.
Sin embargo, una vez iniciado el curso, “decidieron echarle alegando que la práctica de los deportes contemplados en dichos estudios agravaría la salud de Héctor”. El joven tiene la enfermedad de Perthes, que en aquel momento le causaba una discapacidad del 41%.
Bona asegura que su hijo sí podría practicar dichas actividades “con las adaptaciones debidas”, que “es precisamente lo que la universidad” no quiere ofrecer, y ello pese a que “una de sus asignaturas trata sobre deporte adaptado”.
En declaraciones a Servimedia, el vicerrector de Estudiantes de esta institución, Fernando Zulaica, precisó que Blasco entregó un informe -en octubre, “y no con siete meses de antelación como dice su madre”- en el que un médico consideraba al joven “apto” para realizar estos estudios, con “la excepción de no realizar deportes que impliquen contacto”.
Por eso, “pedimos un segundo informe a uno de los mayores expertos en cadera que tenemos aquí” -un catedrático de Medicina de la Universidad-, quien dictaminó que “la práctica de dichos ejercicios empeoraría la salud” del alumno.
De acuerdo con Zulaica, “no es cuestión de facilitarle adaptaciones, puesto que tenemos otros estudiantes con discapacidad en el grado”, sino de que “el posible empeoramiento de su salud” supone “un riesgo que no queremos correr”.
El vicerrector recordó que en el grado de Ciencias de la Salud y Deporte de la Universidad de Zaragoza, además de acreditar una nota suficiente, se exige un expediente médico que asegure que un estudiante puede realizar los deportes incluidos en dichos estudios muy orientados a la montaña, como trekking o escalada.
“Este requisito se lo exigimos a todos desde 2003 antes de formalizar la matrícula, pero Héctor no lo presentó hasta octubre”, dijo. "Fue entonces, y cuando recibimos el segundo informe, que decidimos revocar su matrícula y ofrecerle la posibilidad de matricularse en cualquier otro estudio de la universidad".
La madre de Héctor asegura que aquella “fue una decisión unilateral” y que “el sueño de mi hijo es ser profesor de deporte adaptado”, con lo que decidió acudir a la justicia y denunciar los hechos. Un juzgado de lo contencioso-administrativo deberá pronunciarse al respecto el 13 de julio.
En el momento de realizar su matrícula, Héctor tenía una discapacidad del 41%, así que entró a través de las plazas reservadas para este colectivo. Un examen posterior rebajó su calificación al 10%, aunque esta decisión también ha sido recurrida por la familia.

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