Melilla revive avalanchas de 2005 con la entrada de más de 200 inmigrantes

  • La entrada de más de 200 subsaharianos a Melilla a través de la valla ha rememorado las avalanchas de 2005, que entonces llevaron al Ejército a custodiar el perímetro para evitar las continuas oleadas de inmigrantes.

Melilla, 28 feb.- La entrada de más de 200 subsaharianos a Melilla a través de la valla ha rememorado las avalanchas de 2005, que entonces llevaron al Ejército a custodiar el perímetro para evitar las continuas oleadas de inmigrantes.

Se trata de la tercera entrada masiva en apenas once días, la quinta de 2014, en las que se calcula que han podido entrar más de 500 personas en total.

Como en otras ocasiones, el asalto se ha producido sobre las 6:00 horas, aprovechando el cambio de turno de la Guardia Civil, y ha estado protagonizado por unos 300 inmigrantes que, según la Delegación del Gobierno, portaban piedras, palos y botellas con los que hacer frente a los agentes.

Dos guardias civiles han resultado heridos, uno con un golpe en la cabeza que le ha propinado un inmigrante con un palo, por lo que ha sido detenido.

Aprovechando la situación, otro grupo de unos cien ha tratado a la carrera de cruzar el paso fronterizo de Beni Enzar, el principal de los cuatro que separan Melilla de Marruecos, que ha tenido que cerrar su verja durante media hora.

Tras saltar la valla, los subsaharianos, en grupo, se han dirigido hasta el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), dejándose oír por las calles de Melilla, donde muchos ciudadanos han captado imágenes que luego han subido a las redes sociales.

Ya en el CETI, que está absolutamente desbordado con casi el triple de su capacidad, han recibido una primera asistencia médica, se les ha dado comida y ropa, y han sido inscritos, una novedad que les ha evitado dirigirse hasta la Jefatura Superior de Policía, ya que, en este caso, han sido los agentes de extranjería los que se han desplazado al centro.

Entre los que han logrado entrar estaba una menor camerunesa, que se ha convertido en la primera mujer que consigue saltar la valla de Melilla, que se eleva en la actualidad a seis metros de altura.

Aunque había llegado al CETI junto a muchos de sus compatriotas, finalmente ha ingresado en un centro de menores, ya que viajaba sin compañía de familiares y los menores que se quedan en el CETI lo hacen porque en él viven también sus padres.

Como primera medida para hacer frente a la situación, Interior ha anunciado el envío a la ciudad de un módulo de intervención rápida del Grupo de Reserva y Seguridad (GRS) de la Guardia Civil, que sale este fin de semana hacia la ciudad, y que se suma a los otros dos que ya están en ella.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha insistido en reclamar a la UE más apoyo hacia países que como España son frontera exterior de la Europa comunitaria para hacer frente a la inmigración ilegal, y ha considerado un "imperativo" que se adopte una política integrada en este asunto.

Además, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha pedido a todos prudencia al hablar de inmigración, ya que los mensajes que se están transmitiendo tras lo sucedido en la frontera de Ceuta los "oyen e interpretan" las mafias que trafican con seres humanos.

El Gobierno de Melilla ha achacado la extrema presión migratoria que vive la ciudad al "efecto llamada" que causa la falta de medios con los que cuenta la Guardia Civil para poder repeler los asaltos, ante la recomendación de no usar determinado tipo de material antidisturbios.

Esta idea la comparte también la Asociación Pro Guardia Civil (Aprogc) que, además, ha arremetido contra aquellos que critican a los agentes sin conocer la realidad del problema.

Los tres grupos de la oposición en la Asamblea melillense, Coalición por Melilla (CPM), PSOE y Populares en Libertad (PPL), han coincidido en apuntar a una falta de implicación total por parte de Marruecos para evitar las entradas masivas de inmigrantes a la ciudad autónoma.

Los últimos inmigrantes que han entrado hoy, muchos de ellos procedentes de Camerún, pasarán su primera noche en su nuevo "hogar", el CETI, donde se han tenido que volver a instalar cinco tiendas de campaña más donadas por el Ejército y literas para 150 personas.

Las condiciones del centro no son las más óptimas, a pesar del gran esfuerzo de su personal, aunque para aquellos que llevan meses malviviendo en los bosques marroquíes supone un primer paso en su nueva vida.

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