París, 12 mar.- El Gobierno mexicano, que ha puesto el turismo en el centro de su estrategia, se ha propuesto segmentar su oferta para ir más allá de la imagen de "sol y playa", en particular haciendo valer sus sitios y ciudades reconocidas como Patrimonio de la Unesco.
La ministra mexicana de Turismo, Claudia Ruiz Massieu Salinas, explicó en una entrevista publicada hoy por el diario francés "Les Echos" que "al segmentar nuestra oferta no renunciamos a nuestra imagen 'sol y playa'. Pero queremos cambiar la percepción de los extranjeros" con los 32 sitios y las diez ciudades declarados Patrimonio Mundial por la Unesco.
Ruiz Massieu insistió en dar a conocer la dimensión regional del país para "mostrar que México no es sólo la península del Yucatán" y trabajar la imagen de la capital, que por ahora no es un destino turístico.
La ministra contó que tienen intención de diversificar el origen geográfico de los visitantes, con más europeos y más turistas de países emergentes, teniendo en cuenta que los norteamericanos suponen cada año entre el 50 % y el 60 % del total.
El pasado año, el número global de visitantes creció un 1,4 % hasta 23,7 millones de personas, al tiempo que los ingresos en divisas subieron un 8,5 % hasta 13.810 millones de dólares.
La ministra señaló que se están centrando "menos en el número de turistas que en su gasto medio", que en 2013 progresó un 7,3 %.
Preguntado sobre los franceses, que el pasado año fueron 190.000, la titular de Turismo indicó que esperan superar el listón de los 200.000.
Ruiz Massieu recordó que el sector turístico da trabajo en su país a siete millones de personas de forma directa o indirecta, y que es el más importante para los jóvenes y el segundo para las mujeres.
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