Estos son los motivos por los que las universidades catalanas lideran los 'rankings'

Las universidades más potentes de España son públicas y las tres primeras son catalanas: Pompeu Fabra de Barcelona, Autónoma de Barcelona y Politécnica de Cataluña, según la cuarta edición de 'U-Ranking', correspondiente a 2016, desarrollada conjuntamente por la Fundación BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE).

Así, las universidades públicas catalanas lideran los rankings en investigación (Universitat Autònoma de Barcelona), en innovación y desarrollo tecnológico (Universitat Politècnica de Catalunya) y en docencia (Universitat Pompeu Fabra). Pero, ¿qué criterios se utilizan para llegar a estas conclusiones?

En primer lugar, Universitat Autònoma de Barcelona es un referente en cuanto a investigación, según el estudio. Si se analizan los parámetros usados, se comprueba que este centro está por encima de la media en cuanto a la adjudicación de recursos públicos, en el número de documentos científicos publicados, de tesis leídas y de citas, entre otros.

Por otro lado, la Universitat Politècnica de Catalunya presume de ser líder en cuanto a innovación y desarrollo tecnológico. Y lo es, si se tienen en cuenta algunos parámetros como el número de patentes y licencias. Sin embargo, está por debajo de la media en cuanto a ingresos por formación, es decir, los derechos liquidados procedentes de la matrícula.

Por último, el caso más paradójico es el de la Universitat Pompeu Fabra, a la cabeza en docencia. Si bien este centro destaca en tanto que a su presupuesto, la tasa de éxito o la nota de corte; está por debajo de la media en criterios tan importantes como la tasa de no abandono, el número de doctorandos o el ratio de doctor por alumno.

Para algunos expertos en Educación, como Enrique Javier Díez, los parámetros utilizados en el informe no son una referencia en cuanto a la calidad del centro. Para este experto, el problema es que se acaba convirtiendo la enseñanza superior en una especie de "formación profesional", lo que provoca que se acaben acoplando las asignaturas al modelo empresarial y se aleje del "espíritu ilustrado" que inspiró la universidad en sus incios.

El prestigio de las universidades de esta Comunidad contrasta con su realidad escolar. Cataluña despunta en fracaso escolar y en abandono prematuro de los estudios. El 22,2% de alumnos de ESO no llega a graduarse y de los que llegan a aprobar la ESO, una cuarta parte decide colgar los libros y no continuar con el bachillerato o la formación profesional.