Muere tras 16 años de enfermedad la mujer con "el peor caso de anorexia jamás diagnosticado"

  • Kate Chilver, de 31 años, pesaba menos de 30 kilogramos en el momento de su fallecimiento. Esta mujer londinense pasó casi dos décadas luchando contra una afección que dejó su masa corporal en menos de 9, cuando lo normal en una persona sana es entre 20 y 25. Desde que ingresó en el hospital con 15 años, sólo tuvo el alta durante seis meses.
Kate Chilver, la mujer con "el peor caso de anorexia jamás diagnosticado"
Kate Chilver, la mujer con "el peor caso de anorexia jamás diagnosticado"
lainformacion.com
Roberto Arnaz

El pasado 12 de julio, el cuerpo de Kate Chilver dijo basta. Más de 16 años de lucha contra la su propia fisonomía habían dejado inservibles los órganos de esta joven londinense de sólo 31 años, a la que los médicos británicos conocían como "el peor caso de anorexia jamás diagnosticado". En el momento de su fallecimiento, pesaba menos de 30 kilogramos y era incapaz de generar sangre suficiente como para alimentar sus funciones vitales básicas.

El servicio de salud británico hizo público ayer la historia de Chilver para tratar de alertar a las jóvenes del país sobre las dramáticas consecuencias que pueden llegar a tener los desórdenes alimenticios. La anorexia afecta en el Reino Unido a una de cada 200 mujeres y a uno de cada 2.000 hombres, y en el 5% de los casos acaba con la vida del paciente.

Chilver no tuvo una vida fácil. El primer diagnóstico de la enfermedad llegó cuando tenía 12 años. Ingresó por primera vez en el hospital sólo unos días antes de cumplir los 15 y ya nunca más abandonó la planta de tratamiento de desórdenes alimenticios. En sus 16 años de batalla contra la anorexia, sólo tuvo el alta durante seis meses.

Durante casi dos décadas, su índice de masa corporal se mantuvo por debajo de 12, incluso en algunas ocasiones llegó a caer hasta 9. "Es muy poco común ver a una persona con un índice inferior a 10, es la persona con el caso más complejo que hemos visto nunca", ha explicado al diario 'Daily Mail' la doctora Frances Connan, responsable del equipo encargado de tratar a Kate Chilver en la clínica Vincent Square de Londres.

En las semanas previas a su fallecimiento, la joven empeoró de su afección. Su cuerpo no tenía ni un gramo de grasa y era incapaz de mantener la presión sanguínea. Sus venas y arterias se fueron cerrando poco a poco hasta que su corazón se paró.

 

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