Mujeres gitanas no denuncian violencia machista al temer daños a sus familias

  • Rafael Martínez.

Rafael Martínez.

Madrid, 10 oct.- La mayoría de las veces la mujer gitana no denuncia los casos de violencia de género por el miedo a las represalias que puedan tener contra su familia, según ha puesto de manifiesto hoy la Fundación Secretariado Gitano (FSG).

Este colectivo, que dedica sus esfuerzos a la atención integral de la comunidad gitana, ha mantenido esta tarde una reunión con la presidenta del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género, Inmaculada Montalbán, en la que se ha discutido la incidencia de la violencia machista en el colectivo gitano.

"La honra familiar es muy importante y está muy valorada en la comunidad gitana y la mujer decide denunciar o no en base a eso, así que en muchos casos la mujer no va a denunciar porque puede significar un caso de deshonra, de daño a su familia", ha señalado a Efe María del Carmen Cortés, representante de la fundación en Almería.

Tampoco ayuda el hecho de ser una sociedad patriarcal, lo que en muchos casos constituye un obstáculo para la mujer a la hora de denunciar esta situación.

"El problema es que la mujer gitana está viviendo los mismos procesos que la mujer no gitana en entornos rurales hace unas décadas", ha manifestado a Efe María Teresa Andrés, directora de Inclusión Social de la FSG que ha rechazado que "por ser mujer gitana, se sufra más violencia doméstica que otras mujeres".

Uno de los factores, ha subrayado Andrés, que influyen en que haya casos de violencia de género en la comunidad gitana es el rol estricto del hombre y la mujer dentro de cada grupo familiar.

"Las mujeres tienen unas funciones y los hombres otras, y ellas deben cumplir con lo que se espera de ellas dentro de la comunidad", ha afirmado.

Pero al mismo tiempo ha hecho hincapié en que esta idea no debe ser confundida con sumisión o esclavismo, sino que la mujer considera sus intereses personales en función de los intereses del grupo.

Por ello, si bien todavía la violencia machista es un tema tabú en la comunidad gitana, poco a poco va dejando de serlo y hay mujeres que empiezan a denunciar y salir del ciclo de la violencia, ha explicado Andrés, que ha insistido en la diversidad del colectivo a la hora de afrontar este problema.

Respecto a los estereotipos de la sociedad en relación al hombre gitano, ambas han rechazado que el gitano sea sinónimo de violencia machista y han mencionado que hay que luchar contra todos los prejuicios y estereotipos, incluidos los que tienen también los profesionales de los recursos.

"En ocasiones ellos ya han juzgado la situación antes de conocerla", ha dicho Cortés, quien ha agregado que la principal barrera para las gitanas a la hora de visibilizar el problema es "la poca adaptación de recursos y el poco conocimiento que se tiene de la comunidad gitana en si y de sus costumbres".

Por su parte, Montalbán ha destacado a Efe la importancia de esta reunión, la primera de esta naturaleza, con el fin de dar un paso hacia el conocimiento de la violencia machista dentro "un colectivo que tiene unas características especificas, que derivan de su componente social y cultural".

Esta línea la han retomado las representantes del colectivo gitano para hacer un llamamiento para que los recursos públicos se adapten a las necesidades de las mujeres gitanas, ya que, además, existen muchas diferencias entre las Comunidades Autónomas.

"Hay que sensibilizar a la propia comunidad gitana, a la sociedad y a los recursos públicos sobre que existe esta realidad, con una especificidad social y cultural a tener en cuenta para prestar un servicio mas adecuado y ayudar a solucionar este problema", han concluido las representantes de la Fundación.

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