"No hay derecho a vivir los últimos años de la vida aguantando el maltrato"

    • Este sábado se celebra el Día Mundial de la Toma de Conciencia contra el Abuso y Maltrato a la Vejez
    • El silencio, el afecto familiar y el estigma social las principales barreras a la hora de combatir el maltrato
Portada 'Proyecto Daphne'
Portada 'Proyecto Daphne'
Laura Albor

Rosa prepara la mesa, está ilusionada: su hijo va a venir con su nieta a visitarla. Sin embargo, pasan las horas y nadie llega a casa... Ana trata de salir de su habitación pero no puede, su hijo la tiene encerrada. Para él es un estorbo tener "a la vieja" pululando por casa… Ángela ya no confía en nadie, su condición de mujer anciana le hace vulnerable para sufrir cualquier tipo de maltrato…


Son sólo algunos ejemplos, aportados en este vídeo realizado en el marco del proyecto Dafne, Stop a la Violencia contra las Mujeres Mayores, presentado por la Unión de Asociaciones Familiares (UNAF), del que se desprende que este colectivo es uno de los más susceptibles de sufrir algún tipo de maltrato.

"La violencia contra las mujeres ha adquirido niveles preocupantes", ha afirmado la presidenta de UNAF, Julia Pérez, en rueda de prensa este viernes. "Estas víctimas están más expuestas a sufrir estos abusos, porque debido a su edad y su dependencia, son más difíciles de descubrir, pues quedan ocultas tras un silencio culpable".

Es ese silencio precisamente, el que dificulta aportar datos concretos sobre el número de mujeres mayores de 65 años maltratadas. No obstante, según el estudio, realizado a nivel Europeo, se calcula que en el continente hay unos 20 millones de mujeres maduras sufriendo maltrato de carácter psicológico, 6 millones de carácter económico, 4 millones malos tratos físicos y un millón padeciendo abusos sexuales.

Según Carmen Sánchez, coordinadora del proyecto Daphne, "ser mujer es ya un factor de riesgo, que se incrementa cuando se llega a la vejez". Así, según datos aportados por la coordinadora, las mujeres mayores sufren el doble de malos tratos de carácter físico que los varones; el triple de violencia de carácter psíquica; y sufren cuatro veces más en los malos tratos de abusos materiales.

"La barrera principal para la detección es la invisibilidad", ha explica Sánchez. "Las propias víctimas tienen miedo, desconocimiento. A veces se han mantenido en esa situación sin tener conciencia, les puede parecer 'lo normal'. Pero sobre todo hay un estigma social a denunciar y reconocer que en su familia pasa esto".

El trabajo 'Stop a la Violencia contra las Mujeres Mayores' ha contado con diversas campañas de comunicación e información, reuniones de sensibilización con expertos y asociaciones de diferentes áreas, con las que se realizaron talleres de formación.

Entre esas labores se encontraba el servicio de centralita telefónica de Cruz Roja. "De mujeres mayores tenemos unas 8.000 alarmas al mes", ha afirmado Adoración Moreno, responsable del Centro de Coordinación de la entidad. "Identificamos en esas llamadas necesidades vinculadas a soledad permanente, desprotección, dificultad en el acceso a elementos básicos como calefacción, dinero para comer… Todos los teleoperadores coinciden en que la resignación y la asunción de que es algo que les corresponde es común a todas ellas".

Por su parte, la Federación de Mujeres Progresistas ha apoyado el proyecto a través de un servicio de orientación y asesoramiento para personas mayores y un programa de formación al voluntariado. De las mujeres que acudieron a recibir asistencia, el 81 por ciento había sufrido violencia a manos de su pareja o expareja. De ellas, la mitad, continuaban viviendo con el maltratador. "Es una situación altamente preocupante", ha afirmado la presidenta de la Federación, Yolanda Besteiro. "Se observa un perfil de mujer muy frágil, en situación muy perentoria y en el que es muy difícil poner fin a la situación de maltrato que viven".

Además, solo el 19% habían presentado denuncia alguna vez. "Es muy difícil denunciar a la persona que tienes pegada a tu lado y además en contraproducente. Es necesario que las mujeres puedan denunciar con la debida protección porque hay que tener en cuenta que el que recibe la denuncia sabe lo que tiene entre manos", ha subrayado, la presidenta de la Asociación de Mujeres Separadas y Divorciadas, Ana María del Campo.

A este respecto, la presidenta de la Asociación de Mujeres por un Envejecimiento Saludable (AMES), Mariqueta Vázquez, ha reclamado mayores subvenciones ya que ha asegurado que se ha producido "un parón, donde se ha retrocedido como diez años o más". "Esta situación puede mejorarse, pero es preocupante porque no tenemos programas debido a la falta de subvenciones. No hay derecho a vivir los últimos años de la vida aguantando el maltrato, hay que vivirlos con dignidad, sin miedo y sin el maltratador al lado".

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