Nueva Zelanda reforma la ayuda social para poner a trabajar los beneficiarios

  • El Gobierno conservador de Nueva Zelanda anunció hoy la reforma del sistema social de ayudas para, entre otras cosas, poner a trabajar a los beneficiarios y para evitar que los jóvenes se gasten la asistencia en drogas o alcohol.

Sídney (Australia), 27 feb.- El Gobierno conservador de Nueva Zelanda anunció hoy la reforma del sistema social de ayudas para, entre otras cosas, poner a trabajar a los beneficiarios y para evitar que los jóvenes se gasten la asistencia en drogas o alcohol.

Unas 351.000 personas, o el 13 por ciento de la población en edad de trabajar, recibe ayudas del Estado en Nueva Zelanda.

"El énfasis debe ponerse en: si puedes trabajar, tienes que trabajar", dijo el primer ministro neozelandés, John Key, según la televisión local TVNZ.

La reforma anunciada por Key y la titular de Desarrollo Social, Paula Bennett, prevé un gasto anual de 130 millones de dólares neozelandeses (108 millones de dólares o 80,7 millones de euros) y un ahorro de 1.000 millones de dólares locales (833 millones de dólares o 620,6 millones de euros) en los primeros cuatro años.

Los cambios empezarán en marzo y afectarán a los padres que reciben beneficios del Estado y que tengan un hijo de cinco años o mayor, porque tendrán que ponerse a trabajar a tiempo parcial si hay un puesto libre.

Si el hijo ha cumplido 14 o es mayor, el trabajo será a tiempo completo.

Las madres solteras que reciban beneficios sociales del Estado y que se queden embarazadas por segunda vez volverán a trabajar en cuanto el nuevo hijo cumpla un año.

Las autoridades también refuerzan el control para que los jóvenes no puedan gastarse la ayuda social en otras cosas que las acordadas, por lo que se entregará efectivo para pagar el alquiler de la vivienda, la luz y otros gastos básicos, pero el dinero de las compras se desembolsará a través de tarjetas de crédito de economatos y centros comerciales.

El nuevo sistema también ofrece incentivos económicos a los jóvenes que se apunten a cursos de formación.

"Tenemos que ayudar a los beneficiarios a que consigan su independencia económica lo antes posible", apuntó la ministra de Desarrollo Social.

El opositor Partido Laborista, padre del sistema social de ayudas neozelandés, ha criticado la reforma anunciada por el Gobierno.

"¿Tienen los padres la formación y educación necesarias para trabajar?, ¿Pueden solucionar el cuidado de sus hijos mientras trabajan? Y lo más importante, ¿dónde están los puestos de trabajo?", dijo la portavoz de Asistencia Social de los laboristas, Jacinda Ardern.

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