Nuevas terapias permiten reducir al 1 % las cegueras por inflamación ocular

  • El diagnóstico y tratamiento de las uveítis, una inflamación ocular responsable de más del 10 % de las cegueras, ha cambiado "radicalmente" en los últimos 6 años con la aplicación de nuevos tratamientos ligados a dianas moleculares, lo que está permitiendo reducir las cegueras por esta causa al 1 %.

Valencia, 27 feb.- El diagnóstico y tratamiento de las uveítis, una inflamación ocular responsable de más del 10 % de las cegueras, ha cambiado "radicalmente" en los últimos 6 años con la aplicación de nuevos tratamientos ligados a dianas moleculares, lo que está permitiendo reducir las cegueras por esta causa al 1 %.

Así lo ha asegurado hoy a Efe Manuel Díaz Llopis, presidente del duodécimo Congreso Mundial de Oftalmología que hasta el próximo sábado reúne en Valencia a cerca de un millar de especialistas para tratar la inflamación ocular, considerada como una patología "desconocida y olvidada" por los propios expertos debido a su complejidad y difícil manejo.

La uveítis, que agrupa a 500 enfermedades diferentes, es una inflamación ocular que puede afectar a cualquier parte del ojo y que puede reflejar enfermedades que están ocurriendo en otras partes del cuerpo o ser la primera evidencia de que hay patologías infecciosas o autoinmunes.

Díaz Llopis, catedrático de Oftalmología de la Universitat de València, ha destacado que desde enfermedades neurológicas como la esclerosis múltiple, o intestinales como la colitis ulcerosa o el síndrome de Crohn, "pueden debutar con un proceso inflamatorio ocular".

El experto ha destacado la importancia del diagnóstico y tratamiento precoz de esta dolencia para evitar que el ojo se quede ciego, ya que al ser un órgano muy pequeño tiene muy poca resistencia a la inflamación.

La uveítis es responsable de más del 10 % de las cegueras en la población general, aunque en el caso de afectados con edades comprendidas entre los 10 y 55 años puede alcanzar el 40 %, y es la segunda causa de ceguera tras la retinopatía diabética.

Es una enfermedad poco conocida y que requiere una gran especialización, por lo que se precisa la colaboración de un equipo multidisciplinar formado por expertos en microbiología, medicina interna, reumatología o enfermedades inmunológicas, entre otros, según Manuel Díaz.

Según ha indicado, se trata de dolencias en las que los procesos de formación y especialización "son muy laboriosos" y el manejo de la medicación "compleja" porque tiene efectos secundarios tóxicos.

"El paciente no entiende a veces que no es recuperable, como operarse de miopía o cataratas, sino que se trata de tratamientos largos, de entre doce y quince años", ha indicado.

Aunque las inflamaciones oculares afectan especialmente a la juventud, más afectada por procesos infecciosos y autoinmunes, también se producen en la edad pediátrica y son "terribles y más difíciles de solucionar".

"Son infrecuentes, pero en muchos casos están asociados a la artritis idiopática juvenil, y hay un porcentaje muy alto de niñas, de entre 7 y 12 años, que tienen esta artritis y se quedan ciegas por la uveítis".

Díaz Llopis ha afirmado que en los últimos seis o siete años se ha producido un "cambio de ciclo" y se han desarrollado nuevas terapias autoinmunes que han "cambiado radicalmente el diagnóstico y tratamiento precoz", lo que está permitiendo bajar del diez al uno por ciento las cegueras causadas por estas patologías.

Aunque las terapias génicas para la uveítis "tardarán mucho tiempo en llegar", ya se han desarrollado "medicaciones diana que actúan frente a moléculas específicas y con muy poca toxicidad" y los resultados en casos precoces son "espectaculares".

Por último, ha reclamado inversiones para investigaciones en este campo y tratamientos, porque las terapias tienen un coste de 1.000 o 2.000 euros mensuales y se tienen que realizar durante muchos años.

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