La obesidad persiste en los niños y adolescentes de EEUU

Las elevadas tasas de obesidad en niños y adolescentes estadounidenses, un fenómeno que comenzó hace cerca de 30 años y se agudizó de forma alarmante desde entonces, persiste sin ninguna señal de retroceso, según un estudio publicado el martes.

"Recientes estudios específicos sugieren que la obesidad juvenil comienza a disminuir pero nosotros no hemos encontrado ninguna indicación que confirme esa tendencia en Estados Unidos, en ninguno de los grupos de niños y adolescentes de 2 a 19 años", lamenta Asheley Skinner, profesora en la Universidad Duke (Carolina del Norte, sureste de EEUU), principal autora de la investigación.

"Esto es particularmente evidente para la forma más severa de obesidad, que se mantiene elevada, principalmente entre los adolescentes", agregó.

Para realizar esta investigación publicada en la revista Obesity, los autores analizaron los datos de una encuesta nacional sobre salud y nutrición, que abarca varias décadas.

El estudio constata que en el período 2013-2014, 33,4% de los jóvenes de 2 a 19 años tenían sobrepeso, de los cuales 17,4% eran obesos.

Estos porcentajes no difieren estadísticamente de los registrados en el período anterior, de 2011 a 2012 y muestran que en todas las categorías de sobrepeso y obesidad las cifras mantienen su tendencia al alza entre 1999 y 2014, constatan los investigadores.

"Lo más desalentador es el incremento de la frecuencia de las formas severas de obesidad", subraya Asheley Skinner.

En un adulto la obesidad se define por un índice de masa corporal (IMC, que se calcula dividiendo el peso por la altura al cuadrado) superior a 35. Un IMC normal varía de 18,5 a 25.

En el período 2012-2014, 6,3% de los jóvenes estadounidenses tenían un IMC de al menos 35, considerado como la categoría II de obesidad. Cerca de 2,5% eran obesos severos con un IMC de 40 o más, que se define como obesidad categoría III.

En los adultos, la tasa de obesidad continúa subiendo y alcanzaba 27,7% en 2014, según estimaciones del Instituto Gallup publicadas en 2015. Se trata del nivel más elevado desde 2008 (25,5%), cuando el instituto comenzó a realizar este estudio.

Skinner advierte que la obesidad "es realmente un problema de salud pública que necesita cambios en numerosos aspectos".

La investigadora destaca entre ellos, una política alimentaria, el acceso a los cuidados médicos -numerosos niños y adolescentes no tienen cobertura médica- los programas escolares que deberán incluir educación física, así como la creación de parques, senderos para correr y pistas ciclables en zonas urbanas para alentar el ejercicio.

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