Oncólogos cuestionan limitar edad en planes de detección del cáncer de mama

  • Oncólogos del Hospital USP San Jaime de Torrevieja (Alicante) han cuestionado hoy fijar límites de edad en los programas de detección precoz del cáncer de mama, fijados entre los 45 y los 65 años, ya que entre las mujeres menores de 40 años y mayores de 70 también se registran este tipo de tumores.

Alicante, 28 sep.- Oncólogos del Hospital USP San Jaime de Torrevieja (Alicante) han cuestionado hoy fijar límites de edad en los programas de detección precoz del cáncer de mama, fijados entre los 45 y los 65 años, ya que entre las mujeres menores de 40 años y mayores de 70 también se registran este tipo de tumores.

Así lo han expuesto los participantes en la VII Sesión de Avances Técnicos en Diagnóstico y Tratamiento del Cáncer de Mama celebrada en Alicante, y que ha sido organizada por el Instituto Europeo de Oncología de Milán (Italia), el USP San Jaime y la Fundación TEDECA.

El director de la Plataforma de Oncología del USP, Antonio Brugarolas, ha afirmado en su intervención que los tumores que aparecen "en edades extremas, es decir, antes de los 35 años y después de los 70, tienen aspectos propios que confieren un abordaje especial".

Aunque el cáncer de mama es infrecuente en mujeres menores de 35 años, representando menos del 10 % de todas las series hospitalarias, "los tumores son más agresivos, de mayor tamaño y de gran incidencia de metástasis axilar", ha apuntado Brugarolas.

Además, estas mujeres "suelen presentar los tipos tumorales con peor pronóstico, especialmente por la incidencia mayor del denominado 'triple negativo', aunque también los tumores más frecuentes, que son los que muestran receptores hormonales, presentan peores resultados".

En general, la mamografía es la técnica diagnóstica habitual en los programas de cribado y es capaz de diagnosticar tumores pequeños, sobre todo si muestran microcalcificaciones agrupadas.

Sin embargo, según ha añadido este facultativo, "en la mujer joven, sobre todo si tiene mamas densas, se pueden dejar de ver hasta el 40 % de los tumores malignos".

Además, la mama densa también constituye un factor de mayor riesgo para el cáncer de mama, pues se multiplica la incidencia por cuatro en este grupo de pacientes.

Brugarolas ha destacado que en este grupo de mujeres muy jóvenes el cáncer de mama con cierta frecuencia "se debe a un componente genético familiar".

"Aunque la mayor parte de los casos no son hereditarios, se debe tener en cuenta esta posibilidad", ha agregado.

Asimismo, ha advertido que en las mujeres con riesgo genético hereditario de cáncer de mama "no se deben hacer mamografías porque éstas aumentan la incidencia de cáncer de mama y se considera que deben ser estudiadas directamente con resonancia magnética mamaria".

"De todas formas, antes de los 30 años se desaconseja realizar mamografías, cualquiera que sea la técnica que se utilice porque existe un riesgo cuantificado de inducción de cáncer", ha apuntado.

Actualmente, la resonancia magnética mamaria constituye la técnica de diagnóstico de mayor resolución, capaz de hacer una predicción negativa acertada en más del 97 % de los casos.

Si se compara con la mamografía, su predicción negativa es solamente de 80 %.

En un análisis comparativo de las dos técnicas, mamografía y resonancia magnética, la sensibilidad de la mamografía es de 60 % mientras que la sensibilidad de la Resonancia Magnética es de 97 %, según han expuesto los conferenciantes.

En lo que se refiere a las mujeres mayores, Brugarolas ha dicho que el "factor pronóstico más importante en la aparición del cáncer de mama aumenta con la edad".

Sin embargo, las estadísticas señalan que el máximo ocurre a los 60 años, disminuyendo después la incidencia y mortalidad.

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