Según el portavoz de la ONU, la Monusco (Misión de Naciones Unidas en Congo) concluyó tras una investigación que estas acusaciones "no son exactas".
"El blanco eran combatientes armados y la operación se realizó en conformidad con el mandato y las reglas de combate", precisó el portavoz Stéphane Dujarric.
Un equipo compuesto por cascos azules de la Monusco y funcionarios locales se dirigió el miércoles al terreno y "concluyó que se había matado a un combatiente", añadió.
El equipo recogió también armas abandonadas en el lugar y visitó el hospital en Pinga (territorio de Walikale), en el centro de Kivu del Norte, la zona donde se desarrolló la operación.
El gobernador de la provincia de Kivu del Norte, Julien Paluku, afirmó este jueves a la AFP que cinco civiles murieron en un ataque con helicópteros de la ONU contra los rebeldes.
La Monusco había anunciado el martes haber llevado a cabo una operación ofensiva, en el marco de "su mandato de protección de civiles" con la ayuda de helicópteros de combate contra rebeldes NDC (Nduma Defense of Congo) que incendiaban pueblos "desde hace varios días", cerca de Pinga.
Desde hace 20 años, en el este de la RDC proliferan decenas de grupos armados congoleños y extranjeros que se enfrentan por razones étnicas o por el control de los importantes recursos mineros de la región.
La Monusco gestiona un programa de desarme, desmovilización, reintegración y reinstalación de los rebeldes extranjeros.
Esta fuerza de 20.000 hombres es una de las más importantes misiones de mantenimiento de paz en el mundo.
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