Padres en edad de ser abuelos

  • En la calle se habla de madres con más de 45 años, sin embargo también ellos se deciden a ser padres a edades tardías, cuando podrían ser ya abuelos. Muchos hombres alrededor de los 60 años no encuentran impedimentos ni barreras para la paternidad y viven una "segunda juventud" o una "madurez diferente".
Rod Steward será padre a los 66 años por séptima vez - GETTY IMAGES
Rod Steward será padre a los 66 años por séptima vez - GETTY IMAGES
Ylenia Álvarez

Félix Calleja, jubilado de 65 años, lleva y recoge cada día del colegio a Ángela, de sólo 8. Podría ser su abuelo, por la edad, pero es su padre. Todos los sábados y domingos tienen casi un ritual, una obligación, van solos a dar su paseo y aprovechan, entre otras cosas, para ir a los museos.

Y es que cada día es más frecuente encontrar situaciones similares a ésta en la que tras un primer matrimonio, hombres que encuentran el amor a una edad más avanzada deciden tener igualmente descendencia.

Lejos de Rod Steward, que será padre por séptima vez a los 66 años; de Flavio Briatore, que lo ha sido a los 60; o de casos aún más cercanos como el de Julio Iglesias, la paternidad a edades tardías "cada vez se generaliza más a todos los estratos sociales", afirma Valentín Martínez-Otero, doctor en psicología y en pedagogía y profesor de la Universidad Complutense de Madrid.

Félix tuvo tres hijas con su anterior pareja y ahora tienen 41, 39 y 34 años respectivamente. Por supuesto, la forma de vivir la paternidad antes y ahora nada ha tenido que ver, y tal cual consideraba el músico Compay Segundo (padre también con más de 60 años), "la veteranía es un grado".

"Cuando tuve a las otras, diga lo que diga la gente, ni estás maduro 'ni leches en vinagre'", señala Félix en referencia a sus primeras hijas. "La primera la tuve a los 27 años, y entonces haces las cosas más bobas del mundo. Ahora con ésta, que ya estoy jubilado, la llevo al colegio, la voy a buscar, hago otras cosas que me agradan un montón y sobre todo, no lo hago por obligación". "Antes lo hacía porque había que hacerlo, pero no con el entusiasmo y las ganas de ahora, y es eso una cuestión de madurez, de serenidad, y también de que ya no estás para hacer el chorra", cuenta Félix.

El psicólogo Valentín Martínez-Otero también tiene en cuenta estas apreciaciones "porque el hecho de tener más edad, fuera de las restricciones psicofísicas que supone, a veces se compensa, merced a la experiencia vital, con mayor comprensión y cercanía hacia los hijos".

Brecha generacional

Sin embargo, desde una perspectiva psicosocial y educativa, "a medida que aumenta la edad de los progenitores se incrementan las posibilidades de que haya dificultades relacionales con los hijos", afirma Valentín.

Considera que "de un lado el vigor disminuye, lo que puede entorpecer el cuidado de los hijos cuando son pequeños, y de otro aumenta la brecha generacional, que puede acrecentar la incomprensión y los problemas paterno-filiales durante la adolescencia".

Además, "los padres muy mayores pueden experimentar más sentimientos de temor, incluso de tipo patológico, ante la posibilidad de contraer enfermedades o de fallecer, lo que podría tener, según ellos, efectos muy negativos en los hijos, en concreto, la orfandad".

Esto último es lo único que parece preocupar a Félix, ya que a medida que pasa el tiempo no puede evitar pensar que va envejeciendo y que puede llegar a no ver a su hija "estupendamente con su carrera o con lo que quiera hacer".

"A ver si llego", comenta, aunque su balance es "muy bueno" y la experiencia ha sido "extraordinaria". "He rejuvenecido, me siento un chaval, de 65 años, pero un chaval", dice feliz.

La orientación, esencial

A partir de los 50 años algunos hombres acuden a centros de reproducción asistida para ser padres. La legislación española no establece una edad límite, pero "en el caso de las mujeres sí hay un acuerdo tácito entre las clínicas de reproducción asistida de no superar los 50 años, ya que hay que tener en cuenta que la mujer tiene que gestar y someterse a un parto o cesárea",  afirma Marta Barrio, directora de comunicación del Instituto Madrileño de Fertilidad.  No existe ninguna restricción en el caso de los hombres.

El método más utilizado en casos con varones de estas edades es la Fecundación in Vitro- ICSI (inyección intracitoplasmática de espermatozoides), una técnica de micro manipulación que se desarrolló fundamentalmente para superar la infertilidad masculina (baja calidad  espermática o escaso número de espermatozoides en el eyaculado, entre otros). Otro tratamiento frecuente es la biopsia testicular.

La mayor calidad de vida en nuestra sociedad y la significativa extensión de la longevidad hacen que cada vez más hombres se decidan a tener descendencia a partir de los 60, aunque para Valentín Martínez-Otero no sería lo más recomendable.

En lo que se refiere a la pedagogía familiar, "con adecuadas orientaciones educativas se pueden neutralizar algunos aspectos que podrían derivarse de la diferencia etaria entre padres e hijos", afirma. Y es que al final, como a cualquier edad, la formación y el interés por ser un buen padre resulta primordial.

Félix, por su parte, confiesa que lo volvería a hacer y lo recomienda sin dudarlo, ya que incluso le hubiera gustado tener otro.

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