Paella, vino y sevillanas por la noticia más esperada en la Cañada Real

Enrique Delgado Sanz

Madrid, 7 may.- Joaquín Jiménez, más conocido como El Canta, vive en la Cañada Real Galiana (Madrid) desde hace 20 años y esta mañana era un hombre feliz. El presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, ha visitado su hogar y le ha dicho algo que llevaba mucho tiempo esperando, "van a legalizar los terrenos".

Y es que González ha acudido esta mañana al número 45 de la Cañada Real, ubicado en el Sector IV y hogar de su Asociación de Vecinos, para celebrar con sus habitantes la firma del acuerdo marco que pretende regularizar la situación de las 7.725 personas censadas en este asentamiento del sureste madrileño.

"Era necesario acometer una solución para esta parte tan importante de Madrid", ha subrayado González ante la atenta mirada de unos madrileños que desde hace varios años sólo tienen un objetivo: ser considerados vecinos del mismo nivel de los de cualquier otro barrio de la provincia.

No todos los días acude el presidente de la Comunidad de Madrid a tu casa y eso han debido pensar por allí, donde antes de que González llegara, las vecinas se afanaban en tener a punto una paella que el regidor ha calificado como "excelente".

"Tenemos arroz para 200 personas", ha explicado Lola, la vecina que encabezaba, junto con Jessica, Antonia y María, el equipo de cocina encargado de preparar una paella "de marisco, magro y verduras", cuyo olor embriagaba a los allí presentes, que se debatían entre prestar atención al discurso de la presidenta de la asociación o sucumbir a la paella.

Lidia Resani, presidenta de la Asociación de Vecinos del Sector IV, no ha ocultado a Efe su satisfacción por el acuerdo logrado, aunque ha lamentado la ausencia de representantes de Rivas Vaciamadrid -localidad de la que, junto a Madrid y Coslada, depende la Cañada.

Resani ha instado al nuevo alcalde de Rivas, Pedro del Cura, a que se una a la firma del acuerdo marco ya que, como ha señalado, "es la única solución para todos".

Muy cerca de la cocina pero sin perder detalle del espectáculo de baile y cante por sevillanas que se celebraba en un templete instalado en el patio de la asociación estaba Johny, un vecino que no ocultaba su satisfacción por el acuerdo logrado.

"Estoy feliz", explicaba sonriente, para subrayar que cualquier medida que se tome en favor de la Cañada y sus gentes "es necesaria".

Durante el acto, González ha hecho entrega de una copia del acuerdo que persigue regularizar la situación de la Cañada a los representantes de todos los sectores que la componen; sin embargo, no en todos ellos reina el mismo optimismo que se respiraba hoy entre los residentes del IV.

"Cuando estamos con ellos -por los dirigentes de la Comunidad-, nos dan muchas esperanzas, pero a la hora de la verdad observamos que cada vez tenemos menos servicios, ahora tampoco tenemos correo", ha denunciado a Efe Aotman Bahbah, representante de la Asociación Amistad, que aglutina a los marroquíes que viven en el sector VI, etiquetado tradicionalmente como el más marginal.

Sin embargo, Elena Martín, presidenta de la Asociación de Vecinos de dicho Sector, se niega a compartir este calificativo -por lo de marginal- ya que, según ha resaltado, "personas humildes hay en todas partes y por vivir allí no son muertos de hambre".

Niños, mayores, padres, madres, paella, cerveza, vino, sevillanas, arte, calés, payos y sobre todo un gran ambiente de optimismo se han dado cita en la Cañada Real; personas todas diferentes entre sí, pero con un objetivo común pronunciado por el hombre más feliz esta mañana, El Canta.

"Mis nietos ya han nacido aquí pero me gustaría que, algún día, mis biznietos también puedan vivir aquí, cuando nadie nos pueda decir que esto no es nuestro, en mejores condiciones que nosotros", ha dicho.