Perros de todos los pelajes y tamaños exhiben sus mejores galas en Tailandia

  • Bangkok.- Caninos de todos los pelajes y tamaños, desde caniches con copete hasta simpáticos chou chou y regios husky siberianos, exhiben sus mejores galas en el IX Salón Internacional del Perro en Bangkok.

Bangkok.- Caninos de todos los pelajes y tamaños, desde caniches con copete hasta simpáticos chou chou y regios husky siberianos, exhiben sus mejores galas en el IX Salón Internacional del Perro en Bangkok.

Los organizadores aseguran que cerca de 50.000 perros de Tailandia y otros países asiáticos pasearán por la feria canina, que termina este domingo en el centro de convenciones Impact de la capital tailandesa.

Además de competiciones de belleza y minimaratones para todas las categorías de razas y edades, cerca de 200 expositores venden todo tipo de comida, juguetes y artículos de belleza para las mascotas.

En un país reconocido como uno de los principales destinos del turismo médico, no podía faltar una clínica de primeros auxilios para los perros lesionados durante las pruebas o quizá víctimas del estrés provocado por el ajetreo competitivo.

Los cuidadores, algunos con una veintena de caninos a su cargo, se esmeran en cepillar y ajustar los moños a sus mascotas, que aguardan entre cojines y algodones para saltar a la alfombra verde.

"Hoy he traído varios yorkshire. Es muy importante conservar su pelo como la seda, por eso todos los días utilizo papel para suavizarle todo el cabello", explica a Efe Ponkrit Yaprom, de 34 años.

"Primero mis padres me compraron un perro de pequeño; poco a poco fui comprando más y ahora tengo veinte. Soy criador profesional", asevera Yaprom.

El esmero en las atenciones consigue resultados sorprendentes y, aunque estéticamente discutibles, motivo de orgullo de los cuidadores.

Perros vestidos con pantalones a rayas o llamativas camisetas, tocados por lazos y todo tipo de elementos decorativos multicolor, participan en los concursos con un entusiasmo más moderado que el del miembro humano de su equipo.

Algunos lucen un pelaje a modo de cortina que les cubre por completo mientras otros combinan una abundante melena de león con un cuerpo pelado al cero.

Papitchaya Sukonnoi, ataviada con un llamativo vestido azul, se pavonea casi tanto como los ejemplares de shih tzu con moños en forma de tupé que pasean por la alfombra verde.

Los demás cuidadores, la mayoría profesionales en este tipo de certámenes, saludan con respeto y admiración a Sukonnoi, cuyos animales han sido galardonados en varios eventos internacionales.

Nemo, la perrita shih tzu, la perrita maltés Egotist y la caniche Subaru están tranquilas, serenas, casi como en casa.

Apenas se escuchan ladridos en el pabellón, donde los concursantes caninos se dejan peinar y repeinar sin chistar y los visitantes pasean vivarachos pero educados ante tanto estímulo visual y olfativo a base de galletas con sabor a ternera o pollo en salsa.

Los dueños pueden probar las últimas máquinas de lavado y secado, casetas de última generación para canes y todo tipo de jabones, perfumes y vitaminas.

Para facilitar las compras y evitar distracciones inoportunas, el salón incluye una guardería en la que los propietarios de los animales pueden dejar a sus mascotas y sus hijos, que se entretienen jugando entre ellos.

Este jardín de infancia fue facilitado por una organización previsora, que aprovechó la ocasión para instalar varios estantes desde los cuales promociona Tailandia como destino para los amantes de los animales domésticos en general.

El refranero popular dice que los perros y sus dueños se parecen y, en verdad, los tocados de las mascotas en este Salón del Perro no tienen nada que envidiar a los sofisticados modelos de sus dueños.

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