Policía dispersa protesta en Sao Paulo contra alza de precios del transporte

Sao Paulo, 16 ene.- Los brasileños volvieron hoy a salir a las calles de Sao Paulo y Río de Janeiro contra el aumento de la tarifa del autobús, una protesta que en la capital paulista acabó siendo dispersada por la policía con gas lacrimógeno.

En Sao Paulo, unas 3.000 personas, según la Policía Militarizada (PM), protagonizaron la segunda marcha del año contra el incremento del precio del transporte público, detonante de las masivas manifestaciones que en junio de 2013 sacudieron Brasil en demanda de mejores servicios públicos.

La manifestación comenzó de forma pacífica en la Avenida Paulista, principal arteria de la ciudad, pero horas más tarde se registraron algunos enfrentamientos entre participantes y policías en las proximidades de la Alcaldía de Sao Paulo.

Según la PM, algunos manifestantes lanzaron bengalas contra los agentes, que respondieron con artefactos aturdidores y gas lacrimógeno, mientras que tres agencias bancarias fueron destruidas por un grupo de encapuchados.

Al menos una persona fue detenida, según la PM, y varias personas que paseaban por el centro de la ciudad en el momento de la manifestación tuvieron que ser atendidas al inhalar los gases lanzados por los agentes.

La manifestación fue la segunda promovida en lo que va de año por el movimiento Passe Livre (Pasaje Gratuito), la misma organización que convocó una protesta en junio de 2013 que espoleó diversas marchas que se extendieron por el resto del país y acogieron otras reivindicaciones, como salud, educación y servicios públicos.

El Passe Livre volvió a exigir hoy la "tarifa cero" del transporte público, como se pudo leer en las pancartas que algunos de los manifestantes.

El nuevo precio en Sao Paulo para autobuses, trenes metropolitanos y metro pasó a regir este mes con un aumento de 3 a 3,5 reales (de 0,97 a 1,13 euros), con tarifa gratuita para estudiantes de renta baja.

Río de Janeiro también fue centro este viernes de otra protesta, que reunió a unas 500 personas, en contra del incremento de los precios de los billetes de los autobuses, que subieron desde el 3 de enero de 3 a 3,4 reales (0,97 a 1,10 euros).