Políticos canadienses bromean sobre la integración de Turcos y Caicos

  • La visita a Canadá del primer ministro de Turcos y Caicos, Rufus Ewing, ha revivido una antigua, para muchos descabellada y para algunos racista, idea de convertir al pequeño país caribeño en una de las provincias de Canadá.

Julio César Rivas

Toronto (Canadá), 27 may.- La visita a Canadá del primer ministro de Turcos y Caicos, Rufus Ewing, ha revivido una antigua, para muchos descabellada y para algunos racista, idea de convertir al pequeño país caribeño en una de las provincias de Canadá.

Ewing inició el lunes una visita oficial a Canadá, durante la que visitará Ottawa y Toronto y mantendrá una reunión con el primer ministro canadiense, Stephen Harper, en la capital del país.

La visita habría pasado inadvertida para la mayoría de los canadienses -la oficina del primer ministro sólo ha honrado la presencia de Ewing con un tuit en la cuenta de Harper-, si no hubiese sido por otro tuit del primer ministro de la provincia de Saskatchewan, Brad Wall.

Wall, también miembro del Partido Conservador de Harper, lanzó un mensaje al jefe del Gobierno en el que decía que, "si no lo quiere otra provincia o territorio, Turcos y Caicos podría unirse a Canadá como parte de Saskatchewan".

Tras la reunión con Harper, Ewing afirmó que los dos mandatarios no habían discutido la idea y se mostró reacio a pronunciarse sobre la posibilidad de una integración con Canadá.

En 2013, Ewing fue más directo al afirmar que unirse a Canadá tras haberse independizado del Reino Unido sería como saltar "de un amo a otro", en referencia al pasado de esclavitud de los habitantes del país caribeño.

La sugerencia de integrar Turcos y Caicos en Canadá viene de antiguo y tiene sus raíces en uno de los primeros ministros conservadores del país, Robert Borden, recordado por sus comentarios racistas.

En 1917, Borden sugirió al Reino Unido, el poder colonial que entonces controlaba Caicos y Turcos, la posibilidad de que Canadá se anexionara el territorio así como otras posesiones británicas en el Caribe, como el país centroamericano de Belice.

Entonces, Borden proclamó que la absorción por parte de Canadá de Turcos y Caicos, y las otras colonias británicas en el Caribe, sería positiva porque el territorio estaba "en su mayoría poblado por razas retrasadas", según el libro "Perspectives on Racism and the Human Services Sector" de Carl James.

Londres se negó a considerar la propuesta. Pero desde entonces, distintos políticos canadienses han explorado la idea de que el país caribeño se una a Canadá, de una forma u otra.

A pesar del origen de la idea y de que claramente para Ewing la sugerencia no es un motivo de bromas, eso no ha evitado que otro primer ministro provincial, Robert Ghiz, esta vez de la pequeña provincia atlántica de la Isla del Príncipe Eduardo (IPE), se uniese a la conversación con su propio tuit.

"IPE estaría contenta de asociarse con Saskatchewan en el proyecto de Turcos y Caicos", dijo Ghiz.

Aunque Turcos y Caicos nunca se ha mostrado interesada en integrarse en Canadá, eso no ha evitado que los políticos canadienses retomen la idea de Borden de vez en cuando.

En 2004, el Parlamento de la provincia de Nueva Escocia, la provincia natal de Borden, aprobó una moción para iniciar negociaciones por las que Turcos y Caicos se convertiría en parte de la provincia canadiense.

Y este lunes, un diputado de Harper volvió a explorar la idea. Peter Goldring declaró en una entrevista a medios canadienses que Canadá "necesita un Hawai" y que "sería bueno para los negocios si desarrolláramos una fuerte relación e incluso un matrimonio".

La insistencia de los políticos canadienses puso al ministro de Asuntos Exteriores de Canadá, John Baird, en una posición difícil.

Tras entrevistarse con Ewing, Baird tuvo que desmentir que el primer ministro caribeño hubiese "solicitado convertirse en la provincia número 11" de Canadá.

"No es algo que estemos explorando. No estamos buscando ninguna asociación formal con las islas", dijo Baird.

Pero Baird y su compañera de gabinete, la ministra de Transporte Lisa Raitt, no pudieron evitar seguir con las bromas iniciadas por los primeros ministros provinciales.

Tanto Baird como Raitt se ofrecieron voluntarios para ser los ministros encargados de Turcos y Caicos en caso de que el país se convierta en parte de Canadá.

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