Rector de la ONU:Escuchar a los demás previene las separaciones territoriales

  • Jesús Lozano.

Jesús Lozano.

Madrid, 23 sep.- "En los casos insólitos donde no hay capacidad para escuchar, entonces sí hay separación", según comenta el rector de la Universidad de las Naciones Unidas (UNU), el canadiense David Malone, en relación con los movimientos independentistas.

Malone, que ha inaugurado esta semana en Barcelona el Instituto de la UNU para la Globalización, Cultura y Movilidad, repasa los desafíos del mundo y asegura, en una entrevista con Efe, que el porvenir de España, más allá de esta crisis, no es preocupante.

- Pregunta: ¿Qué función tiene la UNU?

- Respuesta: Nuestra contribución es a cuestiones de paz y seguridad, sostenibilidad y globalización en la sanidad, el medio ambiente, el desarrollo de los Objetivos del Milenio.

- P: ¿Y el Instituto de Barcelona?

- R: Sobre todo, las migraciones. Los negocios son mundiales y los países que piensan que pueden funcionar aislados serán islas pobres.

Pero las grandes migraciones de hoy son del campo a la ciudad en países como China y la India.

Es muy difícil gobernar las migraciones cuando son masivas, pues los ciudadanos locales muchas veces se sienten abrumados. Es un asunto fascinante que no entendemos suficientemente.

Muchos países que acogen inmigrantes también emigran, como España.

- P: Pero hay españoles que salen por la crisis.

- R: Hay varios factores en la emigración: ambición personal, supervivencia económica, conflictos bélicos, persecuciones.

- P: ¿Cuáles son las amenazas de la paz y la prosperidad?

- R: Hay más paz que hace treinta años, sin guerras muy grandes, pero sí conflictos importantes dentro de países que han costado muchas vidas y causado muchos desplazamientos.

El mundo también es más prospero que entonces. Los países en vías de desarrollo son mucho más ricos, pero en Occidente hay una lentitud del crecimiento, y esto es nuevo.

La brecha económica entre países desarrollados y el resto se está reduciendo, como deseamos, pero también hace falta que crezca Occidente.

- P: ¿Qué piensa si digo que el Consejo de Seguridad de la ONU no sirve porque cinco naciones tienen derecho de veto?

- R: Añadir vetos sería paralizarlo y suprimir los que existen tampoco funcionaría. Lo mejor es que el veto no se use demasiado a menudo, como ha ocurrido desde el fin de la Guerra Fría.

- P: ¿Cómo ve la situación económica y social de España?

- R: Mi impresión, como extranjero, es que la economía de España funciona en muchos niveles y el gobierno actual y el anterior han tenido que responder a desafíos muy insólitos, como en países vecinos. Las respuestas políticas han sido muy parecidas. Aparte, la solidaridad social es muy fuerte aquí.

El mundo tiene muchas esperanzas con España porque es un país con alto nivel de educación y una posición excelente dentro de la UE. Su porvenir, más allá de esta crisis, no preocupa. Pero cómo llegar al fin de la crisis y qué tipo de Europa será el resultado, no se sabe.

- P: En España se reduce la inversión pública en educación e investigación.

- R: Cuando hay crisis, muchas veces la investigación sufre. Lo más importante es mantener las infraestructuras humanas y materiales porque, aunque haya recortes, a la larga la regeneración es posible.

Durante muchos años, países en vías de desarrollo pensaban que la universidad era un lujo. Ahora todos los países en vías de desarrollo ambiciosos invierten en sus universidades.

- P: El Ministerio español de Educación ha aumentado la exigencia académica de las becas generales.

- R: Cada país tiene su sistema. En los más pobres, los niveles de mérito de acceso son muchísimo más altos que en Occidente porque hay menos plazas y más jóvenes. Muchos parientes contribuyen para que uno pueda estudiar. No quiero disminuir la gravedad del problema en España, pero es importante conocer el contexto de cada país.

- P: ¿Qué piensa del movimiento independentista de Cataluña?

- R: No voy a hablar del caso catalán, sino de Canadá. Hace cuarenta años empezó el movimiento para la independencia de Quebec, con dos referendos muy reñidos, en que una minoría amplia quería que se negociara la escisión.

No funcionó porque siempre había compromisos entre Quebec y otras regiones del país y con el Gobierno central. Por un lado se gritaban unos a otros; por otro, llegaban a compromisos entre ellos.

Siempre es importante escuchar al otro para ver dónde se puede llegar al acuerdo porque la prosperidad de todas las partes de un país es importante para el Gobierno central.

Cuando hay una capacidad de escuchar dentro de estos países federales, por lo general, sobreviven dentro de las mismas fronteras. En los casos insólitos donde no hay capacidad para escuchar, entonces sí hay separación.

Y España es un país muy maduro que ha existido mucho tiempo.

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