Región china de Cantón liberará a todos sus presos en campos de reeducación

  • La provincia china de Cantón, al sur de país, liberará para finales de este año a la totalidad de los presos encerrados en sus campos de reeducación, las polémicas cárceles que existen por todo el país usadas desde los años 50 contra disidentes, peticionarios y "alborotadores".

Pekín, 9 sep.- La provincia china de Cantón, al sur de país, liberará para finales de este año a la totalidad de los presos encerrados en sus campos de reeducación, las polémicas cárceles que existen por todo el país usadas desde los años 50 contra disidentes, peticionarios y "alborotadores".

Según publica hoy el diario oficial "China Daily", autoridades judiciales de la citada provincia confirmaron que el centenar de presos que aún queda en los campos de reeducación ubicados en Cantón completará sus sentencias este año y serán liberados.

Las autoridades de esta provincia, explica el rotativo, dejaron de aprobar ingresos en los controvertidos "laogai" este mes de marzo, después de que el Gobierno chino confirmara el cierre definitivo de estas instalaciones en 2013.

"La Policía y muchos expertos legales se han dado cuenta de los inconvenientes de los laogai y han pedido la abolición de este sistema, que se ha vuelto obsoleto", señaló a la prensa el vicepresidente del Tribunal Popular Intermedio de Cantón, Yu Mingyong.

Yu explicó las dificultades de los prisioneros al ser liberados y tener que reinsertarse en la sociedad, "donde se encuentran todo tipo de problemas" tras años encarcelados.

El sistema de los campos de reeducación fue legalizado en China a finales de los años 50, y permite a las autoridades detener y encarcelar a gente por crímenes menores hasta cuatro años, sin necesidad de celebrar un juicio.

Tras ser liberados, muchas víctimas de estos campos de reeducación, cuyo número total se desconoce así como el de sus prisioneros y que se dividen entre aquellos para mujeres y para hombres, han asegurado haber sufrido todo tipo de maltratos, tanto físicos como psicológicos.

La estancia en uno de estos campos de reeducación no impide que, tras la liberación, puedas volver a ser ingresado, por lo que muchas víctimas de estas detenciones superan las mencionadas condenas máximas de 4 años, al sumar periodos libres entre medias.

Las autoridades habitualmente han utilizado estas cárceles para encerrar a disidentes, peticionarios que claman por justicia ante problemas como un desahucio o "alborotadores".

En los últimos años, y tras varios casos de "reeducados" que conmovieron a la sociedad china, los llamamientos de la ciudadanía y hasta en el seno del Partido Comunista a que terminara este sistema se han multiplicado.

En la última década los campos de reeducación también se utilizaron para encerrar a "ciberdisidentes" (críticos del Gobierno en la red), padres que quebrantaron la política del "hijo único" o miembros del movimiento espiritual Falun Gong, prohibido por Pekín en 1999.

Las organizaciones de derechos humanos doblan el número de personas que han cumplido prisión en estos centros a 300.000 y señalan que muchos de los campos se encuentran en emplazamientos secretos.

Mostrar comentarios