Reportan tranquilidad en población colombiana amenazada por las FARC

Bogotá, 1 mar.- Las autoridades gubernamentales, policiales y militares del departamento colombiano del Chocó, fronterizo con Panamá, reportaron hoy tranquilidad entre la población luego de que la guerrilla de las FARC anunciara que no permitiría el normal desarrollo de las actividades diarias de la región.

El gobernador del Chocó, Luis Alberto Murillo, señaló a radios locales que el algún momento se puede registrar desabastecimiento de alimentos, pues las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) conminaron a los campesinos a no abrir sus comercios y a no circular con sus embarcaciones por el río Atrato.

En los último días, presuntos integrantes de las FARC hicieron circular entre la población panfletos en los que se comunicaba "un paro armado" que se extendería desde el 1 al 8 de este mes.

Los panfletos también amenazaban con incinerar los autobuses que salieran a cubrir rutas entre las poblaciones y con ciudades de los departamentos vecinos como Antioquia (noroeste) y Risaralda (oeste).

El comandante de la Brigada 15 del Ejército colombiano, coronel Jorge Romero, señaló a periodistas que las tropas están en la zona garantizando la tranquilidad de la población y que quienes deseen viajar dentro o fuera del departamento, lo puedan hacer sin ningún riesgo.

Agregó que es normal el transporte entre Quibdó y Medellín, capitales de los departamentos del Chocó y Antioquia, respectivamente.

Por su lado, el Defensor del Pueblo de Colombia, Volmar Pérez, condenó las amenazas del frente 57 de las FARC a la población y pidió a las autoridades adoptar "medidas efectivas de protección con el fin de garantizar los derechos fundamentales de las comunidades que habitan la subregión del Atrato chocoano".

Señala que la Defensoría tuvo conocimiento de los panfletos el miércoles pasado en los cuales las FARC prohibían la movilidad en al menos 14 poblaciones del Chocó.

Añadió que "las limitaciones a la movilidad que buscan imponer las FARC sobre los habitantes de la cuenca del río Atrato y sus afluentes, afectan a la población indígena y afrocolombiana" pues implica el "confinamiento" de los lugareños.