Rey, quien ha presentado hoy el nuevo curso escolar 2016/2017, ha asegurado que las reválidas de 4º de ESO y 2º de Bachillerato no serán obligatorias ni tendrán valor para titular. "En un sistema universal de enseñanza, el gran desafío de la educación obligatoria es cómo no dejar a ningún alumno atrás", ha defendido en relación a la prueba de Secundaria, cuya incidencia en la calidad de la educación "está en discusión".
El consejero, quien ha apostado por que la "polémica" sobre este tema "pierda intensidad" este curso --"la excesiva ideología no contribuye en nada al sosiego y estabilidad que necesita el sistema educativo"--, se ha referido también a la reválida de Bachillerato, que este curso no será tampoco obligatoria para obtener el título aunque fruto de la aplicación de la Lomce, los alumnos tendrán más exámenes.
A la espera de que el Ministerio apruebe el Reglamento que concreta las características de la prueba de acceso a la universidad --"no es de recibo que a estas alturas de curso aún no sepamos con exactitud cómo va a ser esa prueba"--, Rey ha anunciado que se trabaja con las cuatro universidades públicas de la Comunidad para que la prueba que sustituye a la PAU sea lo más semejante posible a la realizada en las dos últimas convocatorias (junio y septiembre de este año).
No obstante, ha apuntado a su compromiso, aunque no realizado de forma oficial, de no realizar pruebas adicionales.
En relación a las evaluaciones de 3º y 6º de Primaria, orientadoras y sin efectos académicos, en caso de no haber cambios normativos se mantendrán "en condiciones semejantes" a las del pasado curso por su "utilidad" --"no se ha retado seriamente su validez"-- a la hora de medir el nivel de los estudiantes.
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