Ritual católico y tradiciones prehispánicas se unen en torno a la Guadalupana

  • Millones de mexicanos festejan desde el primer minuto de hoy a la Virgen de Guadalupe en un día en que el ritual católico y las tradiciones prehispánicas se fusionan para recordar sus apariciones al indígena Juan Diego, que según la tradición ocurrieron hace 481 años.

Edna Alcántara

México, 12 dic.- Millones de mexicanos festejan desde el primer minuto de hoy a la Virgen de Guadalupe en un día en que el ritual católico y las tradiciones prehispánicas se fusionan para recordar sus apariciones al indígena Juan Diego, que según la tradición ocurrieron hace 481 años.

De rodillas, en bicicletas o autobuses, unos 6,3 millones de personas, según un recuento de las autoridades, han llegado en los últimos tres días a la Basílica de Guadalupe en Ciudad de México a rendirle tributo a la Virgen y regalarle cánticos, bailes y especialmente rosas de todos los colores, que constituyen su símbolo más representativo.

Grupos de danzantes, vestidos a la usanza prehispánica y algunos con sus cuerpos pintados, evocaron en el atrio de la Basílica a "La Guadalupana" al compás de ritmos y cantos autóctonos desde muy temprana hora.

Guadalupe Reyes, madre de cuatro hijos, afirma que la Virgen le hizo el milagro de salvar a su marido de la muerte en un accidente hace 25 años. "Es una promesa que hice a la virgen a cambio de que le salvara la vida a mi marido, y por eso vengo a danzar cada año hasta que pueda o me muera", dijo a Efe.

El 12 de octubre, día en que se conmemora la aparición de la también llamada "Reina de México" y "Emperatriz de América" al indígena Juan Diego en el Cerro del Tepeyac en 1531, constituye una de las celebraciones más importantes para los mexicanos alrededor del mundo y todos los devotos de la Virgen de Guadalupe.

Familias enteras, ancianos, jóvenes, niños y enfermos forman parte de grandes grupos de peregrinos que desde el pasado lunes han llegado de todo el país y otras naciones, principalmente de Centro y Suramérica.

"Vengo con toda la esperanza y la fe en mi padre celestial y en la Virgen para que me ayuden a encontrar a mi hijo Adalberto, que salió de Honduras en marzo de 2002 y desapareció en el sur de México", comentó a Efe Torque Espinoza Vázquez.

Con las tradicionales Mañanitas (canción mexicana que se entona en fiestas de cumpleaños) se inició en la Basílica la celebración en el primer minuto de este día, cuando los feligreses, acompañados por artistas como Pedro Fernández y Daniela Romo, entre otros, iniciaron el festejo en honor a la "Virgen morena".

El festejo oficial cerró este mediodía con la celebración de la Misa de Rosas, oficiada por el arzobispo primado de México, cardenal Norberto Rivera, quien estuvo acompañado de los principales representantes de la Iglesia Católica mexicana.

Allí, varios grupos de indígenas de diversas etnias llevaron rosas a los representantes eclesiásticos para que las bendijeran.

Durante la ceremonia litúrgica, Rivera pidió por la salud de los mexicanos y solicitó a la Virgen liberarlos "de las tinieblas del crimen y la violencia, de los secuestros y asesinatos".

Al final del ritual las rosas benditas fueron regaladas a los asistentes.

Para evitar incidentes mayores, las autoridades de Ciudad de México instalaron varios módulos de atención y ambulancias, mientras que unos 17.000 policías se encargaron de la vigilancia dentro de la Basílica y en sus alrededores.

Este año se puso en marcha por primera vez la operación de helicópteros no tripulados, también conocidos como "drones", con cámaras de vigilancia.

Los artefactos, con un costo unitario de 5.000 dólares, alcanzan una altitud de 100 metros sin perder la señal y sin hacer ruido al elevarse, y fueron adquiridos en Estados Unidos.

Según la tradición, la Virgen de Guadalupe se apareció en diversas ocasiones en el Tepeyac al ahora santo Juan Diego, entre el 9 y 12 de diciembre de 1531, y le pidió la construcción de un templo en su honor en ese sitio.

Juan Diego acudió ante el obispo Fray Juan de Zumárraga, a quien contó la aparición de la Virgen, pero el prelado pidió una prueba irrefutable. La Guadalupana se apareció nuevamente a Juan Diego y le ordenó recolectar rosas en el árido cerro y presentarlas al religioso como evidencia.

Juan Diego envolvió las rosas en su ayate (manto) para presentarlas a Zumárraga, pero al extender la tela, en ésta apareció impresa la imagen de la Virgen de Guadalupe con su rostro moreno.

La petición celestial fue cumplida en 1531 al edificarse en el Tepeyac una ermita que se convirtió en lugar de devoción.

En 1709 fue construida la colonial Basílica de Guadalupe sobre las ruinas de un templo azteca a la diosa Tonantzin, y desde entonces se le conmemora a la Virgen con la llamada Misa de las Rosas.

El culto a la Guadalupana podría ser un sincretismo con el de Tonantzin, la diosa azteca de la muerte y cuyo nombre en náhuatl significa "Nuestra madre", como también se conoce a la Virgen de Guadalupe.

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